Mientras Harry estaba en el entrenamiento de quidditch, Ron, Hermione y yo jugábamos un mini campeonato de ajedrez mágico, donde siempre ganaba Ron y siempre perdía Hermione, que cada vez se enfadaba más.
Harry entró en la sala común y se sentó a mi lado, mirándonos con el ceño fruncido.
— No me hables durante un momento — le dijo Ron a Harry cuando este abrió la boca — Necesito concen... — paró al ver el rostro de Harry — ¿Qué te sucede? Tienes una cara terrible.
En tono bajo, para que nadie más lo oyera, Harry nos explicó el súbito y siniestro deseo de Snape de ser árbitro de quidditch.
— No juegues — dijo de inmediato Hermione.
— Diles que estás enfermo — añadió Ron.
— Finge que se te ha roto una pierna — sugerí.
— O rómpete una pierna de verdad — dijo Ron.
— No puedo — dijo Harry — No hay un buscador suplente. Si no juego, Gryffindor tampoco puede jugar.
En aquel momento Neville cayó en la sala común. Nadie se explicó cómo se las había arreglado para pasar por el agujero del retrato, porque sus piernas estaban pegadas, con lo que reconocieron de inmediato el maleficio de las piernas unidas. Había tenido que ir saltando todo el camino hasta la torre de Gryffindor en el séptimo piso.
Todos se rieron mientras que Hermione se levantaba, sin reírse ni sonreír, y hacía un contramaleficio, separando las piernas de Neville y ayudándolo a ponerse de pie.
— ¿Qué ha sucedido? — Le preguntó Hermione ayudándole a sentarse a nuestro lado.
— Malfoy — respondió Neville temblando — Lo encontré fuera de la biblioteca. Dijo que estaba buscando a alguien para practicarlo.
— ¡ve a hablar con la profesora McGonagall! — le instó Hermione enfadada — ¡Acúsalo!
— No quiero tener más problemas — dijo Neville negando con la cabeza.
— ¡Tienes que hacerle frente, Neville! — dijo Ron — Está acostumbrado a llevarse a todo el mundo por delante, pero ésa no es una razón para echarse al suelo a su paso y hacerle las cosas más fáciles.
— No es necesario que me digas que no soy bastante valiente para pertenecer a Gryffindor, eso ya me lo dice Malfoy — dijo Neville, atragantándose.
Harry empezó a rebuscar en sus bolsillos, sacando una rana de chocolate y dándosela a Neville.
— Tú vales por doce Malfoys — le dijo Harry — ¿Acaso no te eligió para Gryffindor el Sombrero Seleccionador? ¿Y dónde está Malfoy? En la apestosa Slytherin.
Neville dejó escapar una débil sonrisa, mientras desenvolvía el chocolate.
— Gracias, Harry... Creo que me voy a la cama... ¿Quieres el cromo? Tú los coleccionas ¿no?
Mientras Neville se alejaba, Harry miró el cromo de los Magos Famosos.
— Dumbledore otra vez — dijo Harry — Él fue el primero que...
Bufó, le doy la vuelta y levanto la vista hacia nosotros.
— ¡Lo encontré! — susurró — ¡Encontré a Flamel! Os dije que había leído ese nombre antes. Lo leí en el tren, viniendo hacia aquí. Escuchar lo que dice: "El profesor Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago tenebroso Grindelwald, en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón ¡y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolás Flamel!"
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Legado de dos rebeldes: Selene [Con Fred Weasley]
FanfictionSelene era apenas un bebé cuando su padre fue encarcelado en Azkaban por lo que no recordaba absolutamente nada de su padre, excepto algún vago y fugaz recuerdo de su rostro sonriente lanzándola al aire en mitad del jardín o de su risa retumbando po...