El campo de quidditch estaba en lo alto de la colina, incrustado dentro de ella para que sobresaliera menos.
Había cientos de pisos y había dos círculos de focos, uno arriba del todo y otro abajo, de forma que todo quedara iluminado.
— ¡Caramba, papá! ¿Estamos más arriba todavía? — preguntó Ron.
— Plantéalo de este modo — dijo Lucius Malfoy un piso por debajo de nosotros — si llueve seréis los primeros en saberlo.
— Padre y yo estamos en el palco del Ministerio por invitación personal del mismísimo Cornelius Fudge — dijo Draco mientras el señor Weasley se daba la vuelta, cabreado y seguía subiendo las escaleras.
— No alardees, Draco — le dijo su padre, dándole con el bastón en el estomago — Está de más con este tipo de gente.
— ¿Con que tipo? ¿Una que no es una víbora chaquetera que cambia de bando cuando le conviene? — soltó Eris, que subía detrás del señor Weasley y que estaba mirando con desprecio a los Malfoy mientras Charlie tiraba de ella con intención de alejarla de la disputa — Puede que vosotros estéis con el mismísimo ministro, pero nosotros nos divertiremos más siendo nosotros mismos y estando con gente de confianza que con un par de estirados como vosotros. Vamos chicos, sigamos subiendo a nuestros sitios y alejémonos de este mal ambiente antes de que nos chafen de verdad la fiesta con su presencia.
Todos empezamos a subir, pero Lucius paro a Harry, enganchándolo con el bastón.
— Disfrutad del encuentro. Mientras podáis — dijo con una sonrisa de superioridad.
— Que sea la última vez que tocas a Harry, Malfoy — siseó Eris, golpeando con el pie el bastón para alejarlo de Harry — Y que yo sepa esta prohibido el acceso de varitas.
Lucius miro las manos unidas de Eris y Charlie y sonrió con malicia.
— Veo que al igual que tus padre prefieres manchar más la sangre y ridiculizar tus apellidos y tus orígenes — dijo Lucius.
— Bueno, esa es tu opinión — soltó Eris — para mi ridiculizar y manchar mis apellidos y mis orígenes es juntarme con gente como tú.
Y dicho eso señalo su bastón sin disimulo alguno, enfatizando en la varita que no debería estar ahí pero que estaba, haciendo que Malfoy pusiera mala cara y se diera la vuelta.
— Es en estas ocasiones cuando me alegro de no ser tu enemigo, querida cuñada — dijo Fred, divertido.
— No aguanto a ese hombre — dijo Eris sin más, mirando mal por el lugar por el que se había ido.
— Nos hemos dado cuenta — dijeron a coro Fred y George, sonriendo.
— ¿Estas bien? — le preguntó Charlie, mirándola con preocupación.
Eris, en vez de responder, le besó en los labios con suavidad.
— Sí, ahora si — dijo ella, sonriendo contra sus labios.
Charlie la apretó contra su pecho y le beso la frente con cariño para susurrarle algo de lo que ella se rió.
Cuando llegamos arriba, a nuestro sitio vimos todos los palcos a rebosar, lleno de colores rojos y verdes.
Todos menos Ron, Harry y yo íbamos de los colores de Irlanda, ya que ellos eran los únicos que apoyaban a Bulgaria, y Ron lo hacía por Viktor Krum.
Volaban globos en todas direcciones y cuando miramos hacia abajo pasaron sobre nosotros, casi rozándonos las cabezas, el equipo entero de Irlanda en posición, dejando tras de sí los colores de Irlanda.
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Legado de dos rebeldes: Selene [Con Fred Weasley]
FanfictionSelene era apenas un bebé cuando su padre fue encarcelado en Azkaban por lo que no recordaba absolutamente nada de su padre, excepto algún vago y fugaz recuerdo de su rostro sonriente lanzándola al aire en mitad del jardín o de su risa retumbando po...