Capítulo 55 - Vuelta a Hogwarts.

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A Harry lo habían librado de los cargos, ya que en si era una estupidez el llamar a un menor de edad por usar magia cuando todos lo hacíamos.

Hasta mi padre se había empeñado en ir con nosotros al expreso de Hogwarts en su forma de perro, aunque todos le riñeron por ello, hasta mamá, que normalmente solía reírse por las ocurrencias de papá.

Mi padre entró en una sala y Eris, Harry y yo le seguimos, cerrando detrás de nosotros.

—    ¡Sirius! ¿qué haces tú aquí? Si te ve alguien... — empezó a decir Harry, que fue el primero en entrar.

—    Tenía que despedirme ¿no? — dijo mi padre, sonriendo — Además, ¿qué es la vida sin una pizca de riesgo?

—    No queremos verte de nuevo en Azkaban, o mejor dicho, no verte porque no nos dejabais ir a visitarte — se quejó Eris, molesta.

—    No os preocupéis por mí — dijo mi padre, quitándole importancia — Y además, tenía que darte esto, Harry. Quiero que lo tengas.

Harry cogió el papel doblado mientras nosotras nos asomábamos por encima de sus hombros.

—    La Orden del Fénix original — dijo mi padre — Marlene McKinnon asesinada dos semanas después de esta foto. Voldemort borró del mapa a toda su familia. Frank y Alice Longbottom.

—    Los padres de Neville — dijo Harry.

—    Ellos sufrieron un destino peor que la muerte — dijo mi padre, triste — Alice era muy amiga de Éride, tu madrina, mi mujer, de vuestra madre. Eran compañeras de habitación, de quidditch y amigas de verdad. Le dolió mucho el destino de su amiga. Han pasado catorce años. Y ni un solo día sin echar de menos a tu padre.

—    ¿En serio crees que va a haber una guerra, Sirius? — le preguntó Harry.

—    La sensación es como la de entonces — dijo mi padre mientras Harry doblaba la imagen y se la tendía a mi padre — Quédatela. Además, ahora os toca a vosotros los jóvenes.

—    Adiós papá — le dije, abrazándole antes de marcharnos al expreso de Hogwarts — nos vemos en navidad.

—    Por supuesto que nos veremos en navidad, pequeña — dijo mi padre, sonriéndome para luego abrazar a Eris, que le sonrió y le dijo algo al oído para luego llevarse un dedo a los labios en señal de silencio.

—    ¡Es genial! — exclamó mi padre, volviéndola a abrazar para luego mirarnos — ¡Ya os enteraréis!

—    Te quiero, papá — le dijo Eris, sonriéndole.

—    Y yo a vosotras, cielo — le dijo mi padre para luego abrazar a Harry — Ven aquí Harry, ahora tenéis que apoyaros los tres, como hermanos. No lo seréis de sangre, pero somos familia.

Tras despedirnos de todos no subimos al expreso de Hogwarts, que nos llegaría de vuelta al colegio para cursar nuestro quinto año.





Caminábamos por la estación de Hogsmeade cuando Draco se acercó brabucón, como siempre.

—    Me sorprende que el Ministerio te haya dejado suelto, Potter — le dijo Draco a Harry, que lo ignoró — Disfruta mientras puedas. Espero que haya una celda en Azkaban con tu nombre.

Harry fue a pegarle, pero Ron pudo cogerlo a tiempo.

—    Malfoy, creo que no sabes mucho de leyes, pero porque un mejor de edad apunto de cumplir la mayoria no se va a Azkaban — le dije, asqueada — y creo que tu tienes muchas más papeletas que Harry de ir a Azkaban, ¿te han marcado ya como la puta de Voldemort?

Legado de dos rebeldes: Selene [Con Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora