Capítulo 12 - Lo que custodiaba Fluffy.

857 61 8
                                    

— Será esta noche — dijo Harry, una vez que se aseguraron de que la profesora McGonagall no podía oírlos — Snape pasará por la trampilla esta noche. Ya ha descubierto todo lo que necesita saber y ahora ha conseguido quitar de en medio a Dumbledore. Él envió esa nota, seguro que el ministro de Magia tendrá una verdadera sorpresa cuando aparezca Dumbledore.

— Pero ¿Qué podemos...? — empezó Ron, a lo que yo tosí como si me hubiera atragantado.

Ambos se quedaron callados y me miraron. Snape estaba allí.

— Buenas tardes — dijo Snape amablemente — No deberíais estar dentro en un día así — dijo con una rara sonrisa torcida.

— Nosotros... — comenzó Harry.

— Debéis ser más cuidadosos — dijo Snape — Si os ven andando por aquí, pueden pensar que vais a hacer alguna cosa mala. Y Gryffindor no puede perder más puntos, ¿No es cierto?

Nos dimos la vuelta para irnos cuando Snape nos llamó.

— Ten cuidado, Potter, otra noche de vagabundeos y yo personalmente me encargaré de que te expulsen. Que pases un buen día — dicho esto, Snape se alejó en dirección a la sala de profesores.

Una vez fuera, en la escalera de piedra, Harry se volvió hacia nosotros.

— Bueno, esto es lo que tenemos que hacer — susurró Harry deprisa — Uno de nosotros tiene que vigilar a Snape, esperar fuera de la sala de profesores y seguirlo si sale. Hermione, mejor que eso lo hagas tú.

— ¿Por qué yo? — preguntó Hermione con el ceño fruncido.

— Es obvio — intervino Ron — puedes fingir que estás esperando al profesor Flitwick, ya sabes cómo — la imitó con voz aguda — "Oh, profesor Flitwick, estoy tan preocupada, creo que tengo mal la pregunta catorce b..."

— Oh, cállate — dijo Hermione, pero estuvo de acuerdo en vigilar a Snape.

— Y nosotros iremos a vigilar el pasillo del tercer piso — dijo Harry — Vamos.

Pero aquella parte del plan no funcionó. Tan pronto como llegaron a la puerta que separaba a Fluffy del resto del colegio, la profesora McGonagall apareció otra vez, salvo que ya había perdido la paciencia.

— Supongo que creeréis que sois los mejores para vencer los encantamiento — dijo McGonagall con rabia — ¡Ya son suficientes tonterías! Si me entero de que habéis vuelto aquí, os quitaré otros cincuenta puntos para Gryffindor. ¡Sí, Weasley, de mi propia casa!

Volvimos a la sala común y poco después el retrato de la Dama Gorda se abrió y apareció Hermione.

— ¡Lo siento, Harry! — se quejó Hermione llegando a donde estábamos sentados — Snape apareció y me preguntó qué estaba haciendo, así que le dije que esperaba al profesor Flitwick. Snape fue a buscarlo, yo tuve que irme y no sé a dónde habrá ido Snape.

— Bueno, no queda otro remedio ¿no? — dijo de pronto Harry, al que miramos sorprendidos — Iré esta noche y trataré de llegar antes y conseguir la piedra.

— ¡Estás loco! — dijo Ron.

— ¡No puedes ir solo! ¡Es un suicidio! — Exclamé horrorizada.

— ¡No puedes! — dijo Hermione — ¿Después de todo lo que han dicho Snape y McGonagall? ¡Te van a expulsar!

— ¿Y qué? — gritó Harry — ¿No lo comprendéis? ¡Si Snape consigue la Piedra, es la vuelta de Voldemort! ¿No habéis oído cómo eran las cosas cuando él trataba de apoderarse de todo? ¡Ya no habrá ningún colegio para que nos expulsen! ¿Lo destruirá o lo convertirá en un colegio para las Artes Oscuras! ¿No os dais cuenta de que perder puntos ya no importa? ¿Creéis que él dejará que vosotros y vuestras familias estéis tranquilos, si Gryffindor gana la Copa de las Casas? Si me atrapan antes de que consiga la piedra, bueno, tendré que volver con los Dursley y esperar a que Voldemort me encuentre allí. Será sólo morir un poquito más tarde de lo que debería haber muerto, porque nunca me pasaré al lado tenebroso. Voy a entrar por esa trampilla, esta noche, y nada de lo que digáis me detendrá. Voldemort mató a mis padres ¿lo recordáis?

Legado de dos rebeldes: Selene [Con Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora