Capítulo 43 - ¡Vete a freír unicuernos! (1994-1995) [4ºAño de Selene]

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—    ¿Algo del carrito? — gritaba la mujer del carrito del expreso de Hogwarts mientras Ron bostezaba, Hermione miraba el periódico donde se narraban los hechos sucedidos en el Mundial de quidditch y Harry y yo mirábamos por la ventana del compartimento.

Cuando la señora del carrito se acercó a la puerta de nuestro compartimento Harry, Ron y yo empezamos a sacarnos monedas de los bolsillos de los pantalones y nos acercamos al carrito, abriendo la puerta del compartimento.

—    ¿Algo del carrito, hijos? — preguntó la mujer, mirándonos.

—    Un paquete de babosas de gelatina, una rana de chocolate, un pastel de caldero, una caja de Grageas de todos los sabores y dos varitas de regaliz, que sean dos ranas de chocolate, mejor — pedí, dándole el dinero y sentándome en mi sitio con la compra.

—    Un paquete de superhinchables y una varita de regaliz — le pidió Ron — Mejor deme solo los superhinchables.

—    Tranquilo, yo pagaré — dijo Harry.

—    Solo los superhinchables — dijo Ron.

—    Toma Ron, he pillado dos, pero creo que he comprado por los ojos así que más vale que me ayudéis a comerme esto antes de la cena — dije pasándole una regaliz y a Harry una rana de chocolate y un pastel de caldero a Hermione — quiero tener hueco para la cena.

—    Esto es horrible — dijo Hermione, dándole un bocado al pastel — ¿Cómo puede no saber el Ministerio quién la conjuró? ¿No había agentes de seguridad?

—    Muchos, según papá — dijo Ron con la boca llena — Eso es lo que más les preocupó, que pasó delante de sus narices.

—    Te vuelve a doler, ¿verdad? La cicatriz — le dijo Hermione a Harry, que se rascaba la frente.

—    Estoy bien — le dijo Harry.

—    A Sirius le gustaría enterarse de todo esto, de lo que viste en los Mundiales y en tu sueño — le dijo Hermione en voz baja.

—    Sí, Harry, deberías hablar con mi padre, el encontrará información o por qué ves eso en sueños — le dije yo — siempre encuentra lo que busca, es como un sabueso con la información, bueno... y sin buscar información, ya sabéis...

—    Estás rara desde los mundiales — dijo Ron, mirándome raro.

Tragué en seco, recordando el beso en el suelo del camping que Fred me había dado, los besos que me había dado y que habíamos dejado allí.

—    ¿Y quién no lo está después de lo que paso? — dijo Hermione, volviendo a meter la cabeza en el periódico mientras Harry le escribía una carta a mi padre que mandó con su lechuza desde el tren.

Cuando llegamos al patio de Hogwarts de camino a nuestras habitaciones, donde nos cambiaríamos de ropa, vimos como un carromato tirado por unos preciosos caballos alados del blanco más puro aterrizaba en los terrenos de Hogwarts.

A continuación, un barco enorme salió de las aguas del lago.

—    ¡Esto no se ve todos los años! — exclamé, emocionada.

—    ¡Ya te digo que no! — dijo Hermione, sonriendo.

Hermione y yo subimos corriendo a cambiarnos la ropa por el uniforme escolar.

—    ¡Seguro que es algún evento internacional! — dijo Hermione con emoción — conoceremos gente de otras escuelas, haremos nuevos amigos...

—    ¡Ojalá sea el torneo de los tres magos! — dije soñadoramente — Aunque lo dudo porque lo prohibieron después de que uno de los participantes muriera en una de las pruebas...

Legado de dos rebeldes: Selene [Con Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora