Hermione se pasó varias semanas en la enfermería, en la que tuvieron que alejarla de la entrada y esconder bien la cama con cortinas, ya que mucho curioso entraba con el fin de ver que le había pasado y si había sido la siguiente víctima.
Harry, Ron y yo la visitamos todas las noches y yo le llevaba los deberes, quedándome parte de la tarde en la enfermería haciéndolos con ella para que no se sintiera sola.
Ese día Hermione parecía de mejor humor y ya le había desaparecido el pelo de la cara y el color amarillo de los ojos estaba volviendo a su color inicial, es decir, marrón.
— Ya he llegado — dije entrando entre las cortinas que escondían su cama cargada con pergaminos enrollados bajo el brazo y una pila de libros que me llegaba hasta la nariz.
— Hoy has venido un poco más tarde — dijo Hermione que se incorporó en la cama, dejándome sitio.
— He estado en la biblioteca buscando información sobre lo que tu ya sabes y he sacado unos libros por si encontramos algo útil en ellos — dije dejándolos en la mesa con ruedas que arrastré y puse sobre nosotras — Estos son tus deberes, estos los míos y estos son los libros que he sacado de la biblioteca.
Nos tiramos la tarde haciendo los deberes y cuando al fin pudimos coger los libros que había sacado de la biblioteca del colegio con el fin de buscar algo sobre la misteriosa criatura que pudiera estar haciendo esto llegaron Harry y Ron, que se dejaron caer a los pies de la cama con cansancio.
— Si a mí me hubieran salido bigotes de gato, aprovecharía para descansar — le dijo Ron a Hermione.
— No seas tonto Ron, tengo que mantenerme al día — replicó Hermione rotundamente — ¿Tenéis alguna pista nueva?
— Nosotras no hemos encontrado nada nuevo, he ido a por unos libros sobre criaturas, pero nada... — añadí cerrando el libro con frustración.
— Nada — dijo Harry.
— Estaba tan convencido de que era Malfoy... — dijo Ron por millonésima vez esa semana.
— Bueno, piensa que al menos descubriste lo de los objetos que ocultaban en el sótano y que eso ayudara a tu padre a ponerlo en un apuro — dije dándole palmaditas a Ron en la cabeza.
— Algo es algo — dijo Ron, que parecía más animado ante la perspectiva de que los Malfoy tuvieran problemas con la ley.
— ¿Qué es eso? — preguntó Harry, que señalaba algo dorado que sobresalía de debajo de la almohada de Hermione.
— Nada, solo es una tarjeta para desearme que me ponga bien ——dijo Hermione a toda prisa intentando ocultarla, pero Ron fue más rápido y se la arrebató para leerla en voz alta.
"A la señorita Granger, deseándole que se recupere muy pronto, de su preocupado profesor Gilderoy Lockhart, Caballero de tercera clase de la Orden de Merlín, Miembro Honorario de la Liga para la Defensa Contra las Fuerzas Oscuras y cinco veces ganador del Premio a la Sonrisa más Encantadora, otorgado por la revista <<Corazón de Bruja>>".
Ron miró con disgusto a Hermione.
— ¿Duermes con esto debajo de la almohada? — Le preguntó a Hermione cogiendo la carta como si fuera un sobre lleno de caca de hipogrifo.
Hermione no respondió porque justo en ese momento llego la señora Pomfrey con la medicina, por lo que nos despedimos de ella y me lleve todo lo que había traído para entregar sus deberes junto con los míos y devolver los libros que no nos habían servido de nada a la mañana siguiente.
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Legado de dos rebeldes: Selene [Con Fred Weasley]
FanfictionSelene era apenas un bebé cuando su padre fue encarcelado en Azkaban por lo que no recordaba absolutamente nada de su padre, excepto algún vago y fugaz recuerdo de su rostro sonriente lanzándola al aire en mitad del jardín o de su risa retumbando po...