Capítulo 46 - Biser y el huevo dorado.

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Ron se negaba a hablar con Harry, seguía cabreado porque pensaba que lo había traicionado como amigo al no contarle que había metido su nombre en el cáliz, aunque Harry negara haberlo hecho.

Decidimos intentar arrastrar a Ron, por lo que fuimos con él hasta la parte del lado donde Harry estaba con Neville.

— Ya ha pasado por demasiada gente — le dijo Ron a Hermione mientras bajábamos la pequeña pendiente.

— ¿Por qué no se lo dices tú? — le dijo Hermione cabreada de ser la lechuza mensajera entre los dos, ya que yo me había negado en redonde desde el principio — Ron, el problema es tuyo, no mío. ¿Qué quieres que le diga ahora?

— No has conseguido convencerle ¿verdad? — le dije a Ginny, que venía con nosotros y que negó con la cabeza con exasperación.

Hermione se acercó a Harry, soltando el aire para intentar relajarse.

— Ronald quiere que te diga que Seamus le ha dicho que a Dean le ha dicho Parvati que Hagrid te está buscando — le dijo Hermione, confusa por lo enrevesado que era el mensaje.

— ¿Es eso cierto? — le preguntó Harry confuso— ¿Qué?

Hermione volvió hasta donde estaba Ron y luego volvió con Harry.

— A Dean le dijo Parvati... Por favor, no me pidas que lo repita — le pidió Hermione, cansada de la situación — Hagrid quiere verte.

— Bueno, dile a Ronald... — empezó a decir Harry.

— ¡No soy una lechuza! — explotó Hermione arrastrándonos a Ginny y a mi cuesta arriba.

La día de la primera prueba había llegado y Ron, Hermione y yo estábamos en las gradas.

Los gemelos Weasley se paseaban con una gran caja, gritando que la gente hiciera apuestas cuando Eris llegó hasta donde estábamos.

Llevaba en la frente, con tinta roja, escrito "Potter", en una de las mejillas llevaba una franja roja y otra amarilla, pero en la otra llevaba un manchurrón entre rojo y naranja.

— ¿Nerviosos? — preguntó al llegar, sonriéndonos.

Ella si parecía nerviosa, no hacía falta preguntarle, se le notaba a kilómetros de distancia.

— Llevas la pintura corrida en esa mejilla — dijo Hermione, señalando las franjas de la mejilla derecha que parecían más un borrón naranja que líneas rojas y amarillas.

— Si, he tenido un percance viniendo para acá....

— ¡Mirad! — dijo Ron.

— Es el Hocicorto sueco — dijo Eris, mirando al dragón que estaban encadenando al lado de un huevo dorado, ganándome una mirada rara de los tres.

— Te juntas demasiado con Charlie, empiezas a hablar como él — dijo Ron con cara de asco.

— Es mi novio, no sé qué te esperabas — le dijo ella riendo, revolviéndole el pelo — Todo se termina pegando.

— Supongo... — dijo Ron indignado, intentando ponerse bien el pelo.

El cañón sonó y el primero en salir fue Cedric, que consiguió el huevo con rapidez, el siguiente fue Viktor Krum y la siguiente Fleur.

Me estaba poniendo nerviosa por momentos, los tres participantes ya habían conseguido sus huevos, unos más rápidos que otros, y el dragón que quedaba era el más agresivo de los cuatro, y como no, le había tocado a Harry.

— ¡Deja de moverte! ¡Si sigues moviendo así las piernas vas a tirar las gradas enteras! — le espeté después de un rato aguantando.

Me ponía más nerviosa que lo moviera todo, no se estaba quieta mientras miraba con intensidad el agujero de entre las piedras por el que saldría Harry en cualquier momento mientras movía las piernas y se mordía el labio con fuerza.

Legado de dos rebeldes: Selene [Con Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora