La clave (Pedri González) [Parte 1]

XX. El restaurante

28 de agosto

Leí el mensaje de Pedri y supe que era el momento de hacer videollamada con Chiara. Recuerdo que en mis primeras citas con Marco, ella venía a mi casa por la mañana para ayudarme a decidir. La llamé primero por teléfono y lo cogió enseguida.

-Ciao amore

-Ciao bella. Necesito tu ayuda, urgente.

-A ver, Val ¿problema o cita?

-Cita con el vecino.

-Bellisimo. Supongo que quieres hacer videollamada. Dame dos minutos, estoy llegando a casa que hoy he dormido en casa de Anna.

-¡Oddio Chi! ¿Qué me he perdido? Me tienes que actualizar.

-Saca la ropa, llego en un minuto. Ciao.

Adoraba el carácter de Chiara, ojalá tenerla más cerca. Abrí el armario y tampoco tenía muchos vestidos arreglados. Desde pequeña no había ido a ningún evento importante. Tenía el vestido de la graduación, pero era un vestido largo y creo que demasiado formal. Al final saqué dos vestidos cortos, uno negro con escote en V, uno blanco de tirantes, una falda azul clara y larga con un top blanco de volantes y un pantalón de tiro alto negro con un top rojo de lentejuelas. Lo preparé todo en la cama y abrí el portátil esperando la llamada de Chiara.

-Ciao bella Val! ¿Cómo estás?

-Han pasado bastantes cosas, Chi. En casa bien con mis padres.

-Vamos a lo importante, cómo ha evolucionado lo del vicino...

-Bueno Chi. Me gusta mucho, empezamos muy fuerte, pero me dio miedo. Todo lo del tema de Marco me ha afectado mucho.

-¿Te lo follaste en la primera cita?

No pude evitar reírme. Chiara, reina de la sinceridad. Sí es.

-No, amiga. Se inventó una excusa para que nos viésemos. Las clases de italiano.

-Anda, a tu nuovo amico le va el rollo profesora y alumno.

-Chi, por favor, jajajaja. Bueno, uno de esos días casi acabamos haciéndolo. Me arrepentí mucho, ya sabes como soy.

-Salió la Valentina, casta y pura. ¿Cómo no? ¿Y habéis seguido quedando?

-Sí, además cenó con mis padres. Hoy hemos quedado para ir a un restaurante.

-No eres un polvo de una noche, ten por seguro eso Val.

-No lo tengo yo tan claro. Tiene visita en casa, tres amigas de su pueblo. Una de ellas se lió con él y ha intentado tener algo con él. La "amiga" -gestualicé con mis dedos enfatizando las comillas- se ha presentado en mi casa hoy para pedirme "disculpas" y advertirme de que es un poco Casanova.

-¿Y tú lo crees? Venga Val, seguro que no le gusta y está histérica porque tú sí.

-Confío en él, Chi. Pero luego, me comentó que solo salía con modelos.

-Quítate esas cosas de la cabeza, Val. Si no le gustases, no te invitaría a ir a un restaurante. Siguiente.

-¿Y tú que tal con Anna? Me habías contado avances, pero de ahí a dormir en su casa...

-Hace varios findes mis padres no estaban en casa y la invité a cenar. Y bueno, surgió todo. Tras la segunda copa empezó a soltarse y me ha sorprendido para bien. Ayer me dijo de ir a su casa y espero repetir muchas veces.

-Eso es que folla genial.

-Evidentemente querida. Venga, enséñame lo que quieres ponerte.

Me probé el vestido negro primero, ensalza el pecho y la cintura, además me estiliza las piernas con los tacones.