16 de octubre
Era sábado y Pedri jugaba en Valencia, sabía que probablemente no nos veríamos, pero me permití quedarme un rato más en la cama recordando todo lo que habíamos vivido. Todas las sorpresas me habían encantado, pero sobre todo poder vivirlo con él. Ahora volvía a la realidad y esa realidad nos obliga a cumplir con nuestras obligaciones. El ambiente en casa estaba tranquilo, mi padre leía en el sofá y mi madre trabajaba en la mesa del comedor. En la mesa de la cocina había un plato de desayuno y no dudé en devorarlo.
Una vez acabé de comer, subí a cambiarme para ponerme con el trabajo de clase. La semana que viene teníamos entregas de trabajo, decidí empezar con eso. El primer trabajo de Filosofía era sobre dos mujeres, Olympe de Gouges y Simone Weil. Primero, busqué información bibliográfica sobre cada una de ellas. Coincidía que las dos eran francesas. Empecé a redactar la introducción y la breve biografía sobre cada una de ellas. Mientras anotaba en la agenda, algunas cosas que debía añadir más, saltó un mail en la pantalla.
Qué raro. No utilizaba el mail para prácticamente nada, solo para cosas relacionadas con el insti, pero ¿un sábado? El destinatario era una J y un punto. La curiosidad me pudo y deje lo que estaba haciendo para ver de quién era ese mensaje.
Hola, Valentina.
Sé que la he cagado mucho contigo y no sabes cuánto me arrepiento. Solo quería desearte un feliz cumpleaños. Me enteré ayer por mi hermano. Nunca me había portado así de mal con alguien y comprendo que no quieras volver a saber de mí.
Un abrazo
M.
Volví a leerlo varias veces y no comprendía lo que estaba pasando. ¿De verdad Mateo me estaba felicitando? ¿Después de todo? Me puse un poco nerviosa, comprendí que aquella dirección de mail era de Joan, sé que su hermano no tenía la culpa de nada, pero sin duda ese mensaje me pilló por sorpresa. Decidí no contestar y seguir haciendo el trabajo. Después de comer, Pedri me escribió que ya estaba en Valencia y le deseé mucha suerte. Volví al despacho y seguí concentrada. Cuando estaba a punto de terminar, escuché dos toques en la puerta. Era mi padre.
-Hola, papá. Pasa.
-Veo que estás ocupada. ¿Te apetece que veamos el partido del Barça juntos? Sé que no te gusta ver fútbol, pero creo que...
-SÍ.
-Me alegro, hija. Tu madre está preparando lasaña para cenar, así que cuando se acerque la hora del partido te aviso.
-Gracias.
Me besó la cabeza y bajó al comedor de nuevo. Parecía que la normalidad volvía a esta casa de verdad. Con el partido en mente volví a organizar los deberes pendientes para ver si podía acabarlos antes de bajar a cenar. Recibí una llamada de un número desconocido. No lo cogí. Luego, recibí un mensaje de WhatsApp. Deseé fuertemente que no fuese Mateo.
-Hola Valentina, feliz cumpleaños con retraso. Mis padres se enteraron ayer por los tuyos. Sé que entre nosotras no ha pasado nada, pero entiendo los motivos de tu silencio. Ojalá algún día podamos volver a ser amigas.
El mensaje era de Adriana. Tampoco contesté, tenía la sensación que si entraba en su juego acabaría mal como me había pasado antes. En vez de hacerlo, le escribí a Chiara y le comenté los mensajes que había recibido.
Ella me llamó al instante.
-No se te ocurra contestarles, Val.
-Tranquila, ni lo he hecho ni lo haré.
-Y cuéntale todo a Pedri.
-Vale, Chi. ¿Cómo vas?
Seguimos hablando pero en mi mente no había la necesidad de comentarle a Pedri esto, ahora que estábamos mejor que nunca, no tenía razón para fastidiarlo todo otra vez. Cometí otra vez el mismo error. Creer que puedo gestionar las cosas por mí misma.
Aquel día el equipo de Pedri empató 2-2, hizo una asistencia para gol que todo el mundo alabó y yo me sentía orgullosa por estar a su lado. Me llamó cuando acabó el partido y me dijo que llegarían un poco más tarde de lo previsto así que quedamos al día siguiente.Pedri me envió un mensaje al llegar a casa y me quedé tranquila. Me asomé y vi que las luces de su casa se apagaban.
Todo estaba en aparente normalidad. Digo aparente porque no tenía ni idea de las cosas que iban a suceder días después.
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La clave (Pedri González) [Parte 1]
FanfictionValentina es una chica nueva en la ciudad de Barcelona. Intrigada por las acciones de su vecino, luchará por conocer a ese chico que no logra sacar de su cabeza, Pedri. Valentina desconoce la importancia de Pedri y eso hará que él pueda divertirse c...