La clave (Pedri González) [Parte 1]

XLIV. La videollamada

14 de septiembre

POV Pedri

La vuelta del entrenamiento fue rápida, Valentina había aceptado la idea de la videollamada, que quisiera hablar conmigo era buena señal. Hasta las 6 aún quedaban 4 horas, así después de comer jugaría a la play hasta que se hiciese la hora. La espera se me pasó volando y cuando me di cuenta de que faltaban diez minutos, fui a mi habitación. Me tumbé en la cama y le escribí:

-¿Lista, vecinita?

No me contestó y a las 6 en punto apreté al botón de llamar. Tardó en cogerlo, pero allí estaba, parecía sentada en su cama.

-Hola, vecinito.

-Hola, Valentina. Cuéntame, cómo ha ido.

-Bien, he conocido a dos chicas y un chico de clase. La tutora parece simpática. Van a hablar con mis padres para no tener que hacer Catalán en la PAU. El resto de la clase bien, mañana empiezo a las 8.

-Me alegro, ya verás como va bien.

-Eso espero, sinceramente.

-Valentina, eres una alumna de sobresaliente, se ve de lejos.

-Vaya, ahora tienes dotes de adivinación.

-Claro, soy Pedri el mago.

Valentina se rió, me encantaba ver su sonrisa.

-¿Y cómo se te daba a ti el instituto?

-Aprobado raspado, excepto en Educación Física.

-Vaya, vaya... ¿Y qué tal tu entrenamiento?

-Muy bien, un poco cansado. El sábado jugamos en Bilbao y estamos preparando el partido. ¿Conoces la ciudad?

-Me suena, está al norte de España si no me equivoco.

-Eso es.

-¿Y pasáis allí todo el fin de semana?

-Qué va, dependiendo del sitio, vamos una noche antes o el mismo día. Si es un sitio relativamente cerca, en el mismo día vas, juegas y vuelves. Y normalmente, después del partido volamos a casa.

-Eso está bien.

-Puedes venir a ver el partido a casa con Fer si quieres.

-No sé si es buena idea.

La he cagado. Valentina cambió su expresión. No hacía ni una semana de lo que pasó y le digo esto, donde tendrás la cabeza.

-Tranquila, no pasa nada. Puedo contarte el partido cuando volvamos a Barcelona.

-Eso me parece buena idea.

Estaba deseando compartir esos momentos con ella. Nos quedamos en silencio.

POV Valentina

Los dos nos quedamos en silencio. Sé que el tema del partido me había removido todo lo que viví el domingo, pero más pronto o más tarde tendría que aceptarlo. Pedri seguía siendo el mismo conmigo y todo lo que hacía eran intentos por demostrármelo.

-Valentina, ¿estás bien?

-Sí, sí. Solo que aún me cuesta creerlo. Sigo en proceso de aceptación.

-Todo tiene la importancia que le des. Soy un chico de 18 años que trabaja jugando al fútbol, olvídate de lo demás.

-Ya lo sé, pero la gente como tú...

-No soy la gente, Valentina. Mañana hará un mes desde que llegasteis aquí. Me importas.

-Lo sé, vecinito. Un mes y parece que haya sido un año entero.