6 de septiembre
Cuando llegamos a casa del aeropuerto fingí tener un ataque de migrañas. Hubo una época cuando era pequeña que no podía ir al colegio de los ataques tan fuertes que me daban. Por suerte, cuando crecí y empecé a ir al instituto, se redujeron bastante y podría controlarlos con medicación. Era la excusa perfecta para estar en la cama todo el día sin que me molestaran. Me metí en la habitación y cerré la ventana, apagué todas las luces y me tumbé en la cama. Lloré hasta que el cuerpo me lo pidió y pensé en las palabras de Chiara. Tenía razón, pero aún no estaba preparada para enfrentarme a Pedri. Me sentía engañada, pero mi intuición no fallaba. Esa chica iba a traer más problemas de los que ya había traído y sorpresa, fue su gran jugada final.
¿Esos mensajes habrían llegado a mi móvil de haber ido a despedirnos de ellas a casa del vecino? Probablemente no. Intentaba ser racional con la situación, pero lo cierto es que la rabia me invadía. No encontraba el sentido de las fotos y el audio. ¿Quería deshacerse de mí? ¿Ha sido una venganza de parte de Cris? No veía capaz al vecino de enviar esas fotos, pero ahí estaban. Quizá se equivocó de destinatario y quería enviárselo a un amigo. Estuve toda la mañana dándole vueltas al asunto hasta que no pude más y volví a dormirme.
Me desperté y noté como alguien estaba sentado al borde de mi cama. Con la oscuridad no podía distinguir bien quién era, así que supuse que mi madre se había sentado para ver cómo estaba. Me di la vuelta y noté como me tocaban la pierna. Me incorporé y me aproxime. Era él. Aparté la pierna y me levanté.
-Sal de aquí ahora mismo.
-Valentina, ¿Estás bien? Tus padres me han dicho que te encontrabas mal.
-No tienes vergüenza, ni la conoces. Fuera de mi habitación.
-¿Qué te pasa, Valentina?
-Creo que deberías saberlo perfectamente. No sé qué coño haces en mi habitación. Vete de aquí.
Caminé hacia la puerta y la abrí. Él se levantó y la cerró. Me cogió del brazo y me acercó a él.
-¿Me puedes contar qué está pasando? Ayer te escribí y llevo todo el día sin saber de ti. He venido porque estaba preocupado. ¿Por qué reaccionas así Valentina?
-Suéltame por favor. No te hagas el inocente ahora.
Me soltó y fui a la cama, me senté al borde. Él me siguió. Puse las manos en la cabeza y me acordé de las palabras de Chiara: "Háblale claro". Y en un ataque de impulsividad lo hice.
-¿Sabes porque lleva mi móvil apagado desde anoche? Porque recibí dos fotos de Cris y un audio. Dos fotos en tu habitación, Pedri.
-Yo no he enviado esos mensajes, Valentina. Te lo juro.
Encendí el móvil y se los enseñé. Me salieron dos mensajes nuevos que todavía no había visto. Pedri se echó las manos a la cabeza. Escuchó el audio varias veces.
-Te juro por lo que quieras que no he hecho nada con ella. Ayer estuve entrenando y ella me pidió si podía entrenar conmigo. Ese audio puede haberlo sacado de ahí. No tengo ni idea de dónde vienen esas fotos. No están en mi móvil, puedes mirarlo si quieres.
-No necesito mirar tu móvil.
-Joder, Valentina. Créeme. No he hecho nada con ella, ni se me pasaría por la cabeza después de todo lo que ha pasado.
-Quizá es tu forma de acabar con esto y seguir conociendo a otras.
-¿Te estás oyendo, Valentina? En ningún momento te he dicho que quiera conocer a otras. Si no confías en mi palabra...
-Una imagen vale más que mil palabras. ¿Qué hacía en tu habitación?
-Esas fotos ha podido sacarlas en cualquier momento, mi habitación no está cerrada. Ha estado muchos días en casa.
-Y encima minutos más tarde, me envías los otros mensajes como si nada.
-Valentina, te estoy diciendo que eso no lo he enviado yo. Pero poco puedo hacer si no me crees...
-Vete, por favor.
-Estás cometiendo un error, Valentina. Sería incapaz de hacer algo así. Si quieres que me vaya, lo haré.
Asentí con la cabeza y él salió rápido hacia la puerta. Se quedó parado, abrió y se marchó. Volví a llorar. Joder. ¿Por qué lo negaba si lo había visto con sus propios ojos? No había intuido ni una pizca de culpabilidad en sus palabras, pero se notaba que no estaba preparada para hablar del tema.
La has cagado y bien, Valentina. Me arrepentí de decirle que se fuese y de los comentarios que le había hecho.
POV Pedri
Volví a casa y me fui directamente a la cama. La rabia que sentía por dentro no la había sentido nunca. Le envié fotos de mi conversación para que viese que esos mensajes estaban borrados. Estaba claro que Cristina había aprovechado el entrenamiento para enviarlos. Intenté recordar dónde estuvimos y qué hice con mi móvil después. Y ahí di con la explicación. Mientras yo me duchaba, deje el móvil en el armario de la habitación sin la pantalla de bloqueo. Joder. Qué estúpido al pensar que iba a quedarse tranquila.
Valentina no me contestó y aquí empezó la etapa del silencio entre nosotros. Después de salir corriendo de su casa, no me atrevía a hablar con sus padres. Así que lo único que me quedaba era la resignación y aferrarme a la idea de que Valentina pensara las cosas en frío y se diese cuenta de la verdad. Me prometí que si lo arreglábamos, le contaría toda la verdad.
Y en ese momento me di cuenta que lo que empezó como una diversión, se había convertido en mi prioridad.
***
¡Muchas gracias por vuestros mensajes, lecturas y votos! Esta semana solo podré publicar cada dos días. Lo recompensaré a la semana siguiente. Ojalá os guste tanto como a mí escribirla. <3
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La clave (Pedri González) [Parte 1]
FanfictionValentina es una chica nueva en la ciudad de Barcelona. Intrigada por las acciones de su vecino, luchará por conocer a ese chico que no logra sacar de su cabeza, Pedri. Valentina desconoce la importancia de Pedri y eso hará que él pueda divertirse c...