La clave (Pedri González) [Parte 1]

XXXV. La realidad

Viéndonos sentados en su sofá supe que había hecho lo correcto. Veía a Pedri afectado y quizá me importaba más de lo que me gustaría reconocer. No había apartado la mano que tenía en su rodilla, buena señal. Por sus ojos intuía que quería que empezase a hablar y así lo hice:
-Siento lo que pasó el otro día. No debí hablar así ni comportarme como una niña.
-Entiendo que tu reacción no iba a ser buena, te he mandado las pruebas y poco más puedo hacer si no crees mi versión.
-Quiero ser sincera contigo, Pedri. He  estado pensando mucho en lo que pasó. Sé cómo es ella y dándole vueltas fríamente no creo que tuvieses nada con ella después de lo que ha estado haciendo desde que llegó a tu casa. El problema es que nunca hemos hablado de qué somos ni si esto es el comienzo de algo más serio.
-Me alegra que me creas, Valentina. Yo nunca quise hablar de eso por dos motivos, el primero es que acabas de salir de una relación, y el segundo es que somos jóvenes. No sé si estás preparada para otra relación o no.
En ese momento, me pregunté a mí misma ¿Lo estoy? Si esas dudas no me las he contestado cómo iba a responderle a él. Pedri se quedó mirando y esperando mi respuesta.
-Tienes razón. Son respuestas que tengo que meditar bien antes. Disfruto mucho contigo, vecino. Sé que esto no hubiese sido igual sin ti.
Pedri sonrió y me puso la mano sobre la rodilla, la apretó.
-No hace falta que las respondas ahora, vecinita. Con lo que acabas de decir me sobra. Eso sí, no pienses que tengo interés en otras.
-Si lo dices así...
Nos acercamos, no podía dejar de mirarle los labios.
-Demos esto por zanjado, te creo no vamos a dejar que Cris se entrometa más en nuestra relación, pero a partir de ahora necesito confianza absoluta.
-Me parece perfecto, Valentina. Así lo haremos.
Pedri movió su mano y empezó a acariciarme la pierna. Estaba siendo complicado concentrarme en lo que quería decir.
-Para vecinito, antes quiero preguntarte una cosa.
Él detuvo su movimiento.
-Si hay confianza absoluta, quiero que me expliques por qué el restaurante del Club tiene una foto colgada tuya en una zona que se supone es de famosos.
Él calló. Levantó su mano y juntó las dos.
-El chef es bastante amigo de mi hermano y los dos creen que llegaré lejos, por eso la foto.
Sonó creíble.
-¿Y tú crees que llegarás lejos?
-Nunca se sabe, solo el esfuerzo y el tiempo lo dirán.
-Yo también creo que lo harás, aunque no me has enseñado tus habilidades.
-Bueno, tú has conocido las habilidades que pocos conocen.
Me reí.
-Ya habrá tiempo para eso. Antes de cerrar el tema, estoy totalmente de acuerdo con lo de la confianza. Y para demostrártelo quiero darte una sorpresa.
-Intigrada estoy. ¿Y cuándo será?
-Esta semana, te comento cuando esté todo listo.
-Entonces, tema arreglado ¿no?

Asentí con la cabeza, él se acercó y nos quedamos así un rato. Los dos estábamos claramente más relajados. Todos los argumentos que llevaba preparados en la cabeza se disolvieron.
-¿Te apetece merendar algo?
-¿En eso estás pensando, vecinito?
-Tú también cuentas como merienda, Valentina.
Y me lancé a besarlo. Pedri me tumbó en el sofá y se puso encima de mí, tenía ganas de volver a sentirlo otra vez. Cuando fui a desabrocharle el pantalón, me paró.
-Ya habrá tiempo para todo después de la sorpresa, ahora disfrutemos así como estamos.
¿Y esa bipolaridad instantánea? Me provoca y luego se frena. No quise insistir y nos quedamos abrazados.

POV Pedri

Tener a Valentina tan cerca otra vez era lo único que deseaba. Era feliz y a partir del domingo le contaría toda la verdad. Quizá podría haberlo hecho hoy con su pregunta, pero es mejor hacerlo de forma especial. Se lo merece. Agradecía que hubiese entrado en razón. Después de estar dos horas en el sofá, se  ha quedado dormida y voy a preguntarle a Fer si puede hacer cena para los tres. ¿Y cuál es el mejor sitio para contarle la verdad? El restaurante del amigo de Marc, cerca del Camp Nou. Le escribí un mensaje y empecé a arreglarlo todo. Cuando volví, Valentina seguía dormida en el sofá y supe que no quería nada más