XLVI. El tiempo vuela (parte 2)

5K 195 2
                                    

18 de septiembre

Fer abrió la puerta y estaba esperando en la entrada de casa, me hizo una señal para que entrase pero no me dijo nada más. Empezamos bien. Entré al comedor y vi que había preparado la mesa, me senté en el sofá y esperé que viniese de la cocina.

-Hola, Valentina ¿cómo vas de hambre? Había pensado sacar algo para picar y cenar más tarde.

-Hola, estoy bien. Me parece buena idea.

-Enseguida estoy ahí.

La tele ya estaba encendida, pero el partido todavía no había comenzado. Trajo agua, cerveza y un plato con patatas fritas. Fer se sentó en el mismo sofá que yo.

-¿Cómo estás Valentina? Me dijo Pedri que ya has empezado las clases.

-Bien, gracias. Sí, de momento todo bien. ¿Y tú cómo estás?

-Bien, bien como siempre. Me contó lo que sucedió la semana pasada.

Me quedé callada, prefería no contestarle a eso. Tras unos segundos, él siguió hablando.

-Conozco muy bien a mi hermano, si no le interesaras no te hubiese invitado aquí. Sé que eres importante para él.

-Estoy procesando todo, pero no dudo de que pueda sentirlo.

En la tele anunciaron las alineaciones, pero los jugadores no estaban sobre el terreno de juego.

-Ojalá tú seas igual de sincera que él.

Y ese comentario hizo que explotase.

-No tienes derecho a decir eso sin conocerme. Igual que decirle que estuve muy cerca de un chico cuando nos vimos en la cafetería.

-No me inventé nada, lo vi con mis ojos.

-Mientes, Fer. Sabes que no fue así. Quizá se cree el ladrón que todos son de su condición.

-¿Qué pretendes decir con eso? Yo estaba con una amiga.

-Lo único que quiero es que no se vuelva a repetir, si tengo que contarle algo, ya me encargaré de hacerlo.

-Vaya, la niña tiene carácter. Tranquila, no me interpondré entre vosotros. Ahora, asegúrate de no darme motivos para hacerlo. Mi hermano es lo más importante.

-Me alegro de que empieces a conocerme. Tranquilo, no te daré motivos.

Me di cuenta que tenía la respiración acelerada. Ese no era el camino, sé que a Pedri le afectaría si su hermano y yo no nos lleváramos bien. Tenía que ser más inteligente que él y no caer en su juego. Los futbolistas empezaron a salir al campo y vimos a Pedri.

-Oye Fer, no quería empezar así de mal. Simplemente eso me sentó mal, pero no tengo nada en contra de ti. Creo que lo mejor es que nos llevemos bien, o lo intentemos, por Pedri.

-Lo intentaremos, Valentina. Ahora hagamos como si esta conversación no hubiera existido. Va a empezar el partido y mi hermano es titular.

Sonó el pitido inicial, los dos equipos tenían sus posiciones. Las primeras veces que apareció en la tele me puse un poco nerviosa, era evidente que los recuerdos del primer partido me iban a venir a la mente. Estaba guapísimo. Hizo conexiones muy buenas con Griezmann y un nuevo jugador que se llamaba Memphis. Fer empezó a ver el partido tranquilo y fue poniéndose más nervioso conforme pasaba el tiempo.

-Está jugando especialmente bien hoy.

Asentí con la cabeza. Fer se giró, me miró y esbozó una sonrisa.

La clave (Pedri González) [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora