LXV. Sonríe y haz como si no pasara nada

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29 de septiembre

Cristian ya estaba esperándome en la puerta del instituto. La noche anterior estuve contándole todo a Chiara. Ella me animó a decirle la verdad a Cristian, recuerdo sus palabras: "necesitas a alguien que te apoye desde cerca". Si en Adriana ya no podía confiar, tendría que ser él o Alejandra. ¿Y si ella fuera mejor opción? Me llevó al Camp Nouy no le conté nada. Sería más violento todavía.

Nos sentamos en los bancos que hay en la parte derecha de la entrada y allí le confesé todo. Primero, le volví a contar mi relación con Adriana y lo que había pasado con Mateo. Y para contarle la parte final, era necesario desvelar quien era el chico con el que estaba.

-El problema es que el chico que estoy conociendo es famoso.

-¿Cómo que famoso?

-Sí, sí. Es un jugador del FC Barcelona.

-Como broma ha estado bien. Venga.

Vio que no reaccioné y se levantó de donde estábamos sentados.

-¿Qué me estás diciendo?

Saqué mi móvil y le enseñé una de las fotos que tenía de Pedri.

-Es él.

-No me jodas, tía. Que te has ligado a tremendo pibe.

Reí, no esperaba esa descripción de él.

-Lo fuerte viene ahora, Mateo lo sabe y ayer se encontró con nosotros. Pedri le pegó y lo tiene grabado. Me tiene amenazada con contarlo a los demás. Imagino que ahora supones lo que eso sería para mí.

-Menudo cabrón. No le hagas caso, Valentina.

-¿Me queda otra opción acaso?

-De momento no, pero voy a estar aquí para lo que necesites.

-El viernes tengo que acompañarlo a una cena de clase.

-Tenemos que pensar algo para conseguir que te deshagas de sus amenazas.

-¿Y mientras tanto que hago con Pedri? ¿Ocultarle todo? Me fastidia tener que hacerlo.

-Es por su bien, Valentina. Supongo que para ti es una prioridad.

Asentí con la cabeza. Cristian lo había entendido todo a la primera y lo agradecía.

-Lo primero es que tienes que disimular en clase. Sonríe y haz como si no pasara nada.

-Eso es fácil de decir.

-Lo sé, Valentina. Es difícil, pero nadie puede sospechar nada. Sobre todo su hermano Joan. No sabemos si le informa de lo que hacemos en clase.

Enea se acercaba a nosotros y Cristian entendió que la conversación había acabado aquí.

Las clases se hicieron eternas, no veía el momento de ir a casa. Pedri no me había escrito en toda la mañana, así que imaginé que estaría entrenando y luego pasando tiempo con sus padres. Después de todo, no sé con que cara mirarle si se enterase de lo de Mateo.

En casa no tuve tiempo de ver a mis padres, así que comí y me subí a hacer los deberes. Luego, mi padre me recogió para ir a entrenar. Alejandra estaba muy animada, seguramente podría participar en un intercambio de centros y viajaría a Londres. Me alegré por ella, pero por dentro no dejaba de dar vueltas al mismo asunto.

Al salir de entrenar vi que mi padre no había venido, así que me despedí de Alejandra y me senté en las escaleras a esperarlo. Tras varios minutos de espera, me llamó Pedri.

La clave (Pedri González) [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora