Una mañana difícil

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-Ya...Pero creo que me confundí.-Dije nerviosa mientras jugaba con mis dedos.

-No creo...-Sonrió de una forma distinta, de una forma pícara.-Sabes que te gusto.

-Jeff...Sólo yo se lo que siento.

-No siempre sabemos lo que queremos, en cambio la gente se da cuenta antes que tú.-Dijo cabizbajo. No contesté nada ya que tenía razón.

Se levantó y salió de la habitación pegando un portazo.

-La he vuelto a cagar-Susurré muy bajito. Me eché en la cama mirando hacía arriba. No entiendo porque me pasa esto a mi...Entré pensamientos me dormí en un instante. Estaba agotada y no podía asumir lo que había echo. Me desperté sobresaltada, mis pesadillas volvieron y salí de mi habitación agitada dirigiéndome al lavabo para lavarme la cara con agua fría. Al tocar el agua fría, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me lavé la cara y al querer mirar al espejo, pude ver a Jeff detrás de mi.

-¿Qué pretendes? ¿Matarme del susto?-Él sólo río.-No me hace gracia.-Salí del baño enfadada.

-¿Por asustarte te pones así?-Dijo enfrente de mi, acorralandome en la pared.

-No...No es por eso, es que...-Reteni mis lágrimas como pude pero hicieron de las suyas.-No puedo asimilar lo que me está pasando.-Rompí a llorar entre llantos. Jeff sólo se me quedaba mirando sin ningún tipo de expresión. Lo abraze y lloré. Él no reaccionó al abrazo, parecía estar en shock. Después de unos segundos muy largos, me abrazó lentamente, como si estuviera experimentando.-¿Cuánto hace que no recibes un abrazo?-Dije secando mis lágrimas sin separarme de él.

-Hace...Hace mucho-Dijo tartamudeando, entonces lo abrazé más fuerte. Echaba de menos abrazarle y sentirle tan cerca.-Te echaba de menos.-Le confesé. Pero él no dijo nada, parecía asimilar el abrazo. Me separé de él lentamente y lo miré.-Será mejor que vaya a desayunar.

Bajé las escaleras hasta llegar a la cocina. Me preparé unas tostadas con mermelada y leche mientras veía la televisión. Al parecer nadie sabía dónde estaba Jeff y eso me alegro bastante. Me di una ducha y me vestí con unos pantalones rasjados negros, una camiseta de tirantes blanca junto a unas vans negras.

-Jeff-Me acerqué a él, estaba sentado en el suelo mientras se fijaba en un punto fijo.-¿Te apetece dar una vuelta?-Me senté a su lado y le toqué el hombro para que me hiciera caso.-Hey, te estoy hablando-Reí al ver su rostro confuso.

-¿Qué?-Preguntó deshaciendose de sus pensamientos.

-Vamos, levantate, te vendrá bien tomar el aire.

-¡No! Déjame en paz.-Alzó la voz.

-Vamos-Susurré con una voz dulce.-Te despejaras de tus pensamientos.-Al final conseguí que me hiciera caso y nos fuimos a dar una vuelta. Él se puso su capucha y andaba cabizbajo por la calle.

Fuimos a explorar nuevos lugares, sitios donde nunca había ido. Todo era magnífico pero Jeff estaba extraño.

-Hola-Dijo una dulce voz de niño.

-Hola-Me giré y ví a un niño pequeño con una sonrisa muy tierna.

-Soy Ryan-Dijo sonriendo.

-Yo soy Nerea.-Le devolví la sonrisa.

-¿Y él?-Preguntó señalandolo. Le pegué un codazo para que contestara.

-¡No te importa!-Le gritó Jeff al niño.-¡¡Vete con tus padres!!-El niño se fue asustado con su madre y la abrazó mientras lloraba.

-Lo...Lo siento de verdad-Le dije a la madre de Ryan-Él no pretendía ser así...-La madre se fue junto a su hijo con una mirada de mala gana.-¿¡Por qué has echo eso!?-Él se fue de aquel parque natural a paso rápido.-¡Jeff deja de hacer el idiota!-Decía mientras lo perseguía.

-¡¡Odio que me miren raro!! ¡¡LO ODIO!!-Gritó en plena calle, lo cuál provocó que algunas personas se quedaran mirando. Se fue y lo perdí de vista.

Estaba harta de no poder salir con él por la calle como una persona normal y corriente. Caminaba por aquellas calles donde todo estaba repleto de gente. Era imposible no rozarse con nadie.

-¡Eh! ¡Mira por donde vas niñata!-Gritó un chico con un cigarro en la mano.

-¡Ten cuidado tú imbécil!-Le grité, lo cuál provocó que el chico volviese a reaccionar.

-¿Me estás vacilando enana?

-Sólo mira por tu jodido camino.-Dije alejandome de él pero me agarró del brazo.

-¡Yo miro donde me da la gana! Como si te miro las tetas-Dijo mirándome los pechos, a lo que reaccione de mala manera y le pegué una patada en el estómago, después un puñetazo y él me devolvió los golpes, pero más fuerte.

-¡Maldita perra!-Gritó yéndose para seguir con su camino pero lo alcance.

Le empuje haciendo que cayese al suelo y comencé a pegarle patadas y puñetazos. No podía parar, necesitaba pegarle y dejarle inconciente pero alguien me sujeto por los brazos.

-¡Chica relájate!-Dijo una chica que me sujetaba.

-¡Suéltame! Necesito acabar con él.-Dije pegándole un cabezazo a aquella chica. Fue en vano ya que me sujetaron más personas.

Al final logre tranquilizarme y todo volvió a la normalidad.

-Casi lo matas.-Dijo la chica que parecía tener mi edad.-Y casi me matas a mi también.

-Lo siento...No...No era mi intención, yo no soy así, no se que ha pasado. Perdóname.

-No pasa nada, no se puede calmar nadie cuando está en ese modo.-Dijo mientras caminábamos juntas.-Soy Emma Smith ¿Y tú?

-Nerea...Nera Winchester.-Dije ya calmada.-Lo siento por lo de antes.

-No pasa nada.-Dijo sonriendo.-Me tengo que ir a trabajar.

-Vale, gracias por todo.-Nos despedimos y cada una se fue por su lugar. No tenía ganas de volver a casa, a si que me adentre a la ciudad.

Nunca pensé en esto (Jeff the killer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora