Esta aquí...

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Narra Nerea:

-Nerea, vente con nosotras está noche, porfa-Insistía Laura.-Lo pasaremos bien y así te despejas.

-Si, vente-Continuaba Carla.-Nos divertiremos mucho.

-No chicas, lo siento.-Negué con la cabeza mientras jugaba con mis pies.-Necesito descansar, estos días no han sido de lo mejor.

-Está bien-Dijo Carla desanimada.-Pero otro día vienes.

-Claro, si necesito algo ya os aviso tranquilas.-Les dediqué una sonrisa fingida.-Venga, pasarlo bien.

Ellas se fueron algo desanimadas pero a la vez contentas ya que se iban de fiesta. Yo no tengo el cuerpo para divertirme por la noche y menos ahora. Todos se junta de golpe y porrazo. <<Tú nunca tendrás suerte, eres así de inútil>> pensé <<Sólo sirves para cagarla>> Me senté en el sofá y encendí la tele. Todo era aburrido así que me quede viendo una película que ya estaba empezada. Me desperté, estaba tumbada en el sofá. Me había quedado dormida viendo la televisión. Es lo malo de aburrirse, acabas durmiendote y cuando te levantas no sabes ni en que año estás. Eran las doce de la noche. Apagué la televisión y me fuí a mi habitación medio dormida.

Me metí debajo de las savanas de mi cama, me arropé hasta arriba y caí en un profundo sueño...

***

Me desperté sobresaltada de la cama. Miré el reloj y daban las tres de la madrugada. No entendí porqué me desperté tan asustada, si no había tenido ninguna pesadilla. Al cabo de 5 segundos supe porqué me desperté. El móvil sonaba, lo tenía algo lejos y todo estaba oscuro así que palpando la mesa de noche lo logré encontrar.
-¿Si?-Solté un gruñido.
-¡Nerea!
-¿Daniel?-Pregunté confundida.-¿Que ocurre?
-¡¡Nerea!!-Noté su voz asustada.- ¡Hay un loco en mi casa!
-¿Cómo? -Me levanté de la cama asustada.-¡Llama a la policía!
-¡No puedo!
-¡¿Cómo que no puedes Daniel?!
-Tú no me dejas...-Susurró.
-¿Es Jeff?
-El mismo.
-Vale ¡No te muevas! ¡Voy para allí!

Escuché que dijo algo pero colgué. Cojí una ropa cualquiera y salí de casa, sin peinarme ni nada. Corrí cómo pude sin dejar de hacerlo. Estaba enfrente de su casa. Piqué a la puerta lo más fuerte que pude pero no había señal. Pensé en subir por la ventana. Cerca de su casa hay un árbol, justo enfrente de su ventana. Escale el árbol como pude, con algunos resbalones pero lo conseguí y llamé a su ventana.

-¡Daniel!-Dije mientras picaba con la otra mano la ventana y la otra agarrada al árbol para no caerme.

-¡DANIEL!-Grité y grité pero no obtuve respuesta alguna...Una lágrima recorrió mi rostro, una detrás de otra.

Nunca pensé en esto (Jeff the killer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora