Cuéntame todo.

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Pude ver una puerta abrirse mi corazón se aceleró al ver a Daniel. Sano y salvo. Él, corriendo, abrió la ventana. Me ayudó a entrar y la cerró asustado.

-¿Dónde está?-Susurré.

-Creo que abajo.-Tragó saliva.-He escuchado ruidos.

-Esta bien, quédate aquí.

-¡No!-Me agarró del brazo.-No quiero que te pase nada.

-Daniel, conozco a Jeff a la perfección.

-Déjame ir contigo.-Asentí y nos fuimos hacia abajo.

Bajamos sigilosamente. Ningúno de nosotros estábamos armados. De pronto, escuchamos cosas caerse. Para ser más específicos, un jarrón y algo de cristal.

Daniel me adelantó pero le agarré del brazo.

-Daniel-Le susurré enfadada.-Detrás de mi.

Rodeó los ojos y volvió detrás de mi.

-¿Jeff?-Pregunté mirando por todos lados.-¿Estás hay?-Comencé a reirme al ver a Scott, su gato.-Era Scott el que hacía ruido.

-Lo es ahora.-Dijo frío.-Pero antes no.-Paré de reirme al instante.

-¿Te hizo algo?

-Me tiró cosas a la cabeza y traía un cuchillo, con sangre.-Suspiró- Venía borracho y furioso.

-Bueno, lo importante es que ya no esta.

-¿Y?-Amplió sus ojos.-Acaba de entrar un jodido asesino en mi pu*ta casa ¿y ya esta?

-No.

-Mira, yo no se que hacer ya pero lo que si sé es que no pienso poner mi vida en riesgo.

-Presupuesto que no...¿Qué piensas hacer?

-Oye...se que es tu mejor amigo y todo eso pero...Yo no puedo vivir tranquilo sabiendo que de un día para otro ese chico se me va a presentar en mi casa para matarme.

-Te entiendo

-Tengo que llamar a la policía.

-Está bien...Es lo mejor. No me gustaría  que te pasase nada malo.

-Lo siento por lo de tu amigo y...

-No...-le interrumpí.- No tienes que sentirlo, te quiere matar y yo en tu lugar haría lo mismo. Ve y llama.

-Está bien.-Hizo una mueca.

Él se fue a llamar a la policía mientras yo acariciaba al gato.

-¿Porqué me pasa esto a mi?-Le dije a Scott.-¿Porqué? ¿Que hize en la otra vida para que está Me lo pagara tan mal?-Sólo obtuve silencio y algun que otro maullido de Scott.-Bueno, tu que sabrás...Si sólo eres un gato.

-Ya he llamado-Dijo Daniel saliendo de la habitación.-Al parecer ya estaba en busca y captura.

-No lo dudaba...

-Oye-Dijo algo nervioso.-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro-Nos sentamos en unas sillas mientras bebiamos un refresco.

-¿Cómo es que...Conoces a ese?-Suspiré.

-Es una larga historia

-Tranquila, tengo todo el tiempo del mundo.

-Verás-Comecé a explicarle.-Jeff y yo nos conociamos desde los 5 años. Nos hicimos muy amigos...Demasiado. Estabamos todo el tiempo juntos. Nos lo contabamos todo e incluso la más mínima tontería. Él era el único que me entendía y yo a él. Un día, se tuvo que mudar...Lloramos mucho ya que yo no me imaginé que eso iba a pasar. Pero pasó. La vida te da y te quita, y me quitó a una de las pocas cosas que me hacían feliz. Margaret, la madre de Jeff, nos llamó por teléfono diciendo que Jeff estaba en el hospital

y no dudé en ir. Y lo ví allí. En ese momento no me veía, pero yo sabía que me escuchaba. Le dije todo lo que sentía por él.

-¿Que sentias?-Preguntó Daniel dándole un sorbo a su refresco.-¿Te gustaba?-Dijo frío.

-Bueno...La verdad es que sí.-Me sinceré-Me gustaba, era tan...Tan guapo y buena persona.

-Pues de buena persona no tiene ni un pelo.-Dijo serio, mirando a un punto fijo apretando la lata del refresco con rabia.

-Ya...-Suspiré.- ¿Te ocurre algo?

-No...No para nada, sigue.

-Bueno...Me fui del hospital y lo llamé al día siguiente. Me dijo que se encontraba bien. Y que su rostro había sido quemado.-Retení mis lágrimas.-Pero que no me preocupase...Su voz cambio por completo. La notaba distante y muy distinta, no parecía el mismo...Un día fui a un cumpleaños de un amigo. Cuando llegué a casa tenía muchas llamadas perdidas. Le volví a llamar y...No contestaba. Llamé a sus padres, pero tampoco y decidí ir a su casa junto a mis padres. La casa estaba ocupada por otros dueños y sentí un golpe, sentí que se olvidó de mi...Y he vivido todos estos años sin él. Hasta ahora.

-¿Y lo de la cara?

-Una pelea, algo así me dijo.

-¿Lo de la cara?

-Sí.

-Me refiero a lo de los cortes en sus mejillas y todo eso.

-Ni idea...Eso no me lo contó.-Dije mientras miraba a un punto fijo.-En fin...

-Bueno, creo que ya es suficiente-Se levantó.-Es tarde.

-Sí...Me voy-Me levanté pero su brazo me lo impedió.

-¿Dónde crees que vas?

-A...A mi casa-Tartamudeé ya que me ponía nerviosa estar tan cerca de una persona...

Nunca pensé en esto (Jeff the killer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora