Nunca pensé en esto (Jeff the killer)

Me fallaste

-Laura, ¡es verdad! Lo ví.
-Estás perdiendo la cabeza Nerea. Date cuenta y admite de que Jeff está muerto.-Dijo mirándome a los ojos bien abiertos.
Aquellas palabras me dolieron demasiado, no quería pensar que él ya no estaría a mi lado...
Laura me abrazó fuertemente y lloré a más no poder.

Tres semanas después:

Estaba sola en casa. Ya me habían dado el alta así que pensé en ver la televisión. Cambiaba de canal cada dos por tres, no me interesaba nada en absoluto. De repente, Laura me llamó.
-¡Nerea!-Gritó ella emocionada.
-Hola...-Dije desanimada.
-¿Te vienes a dar una vuelta?
-Mmm...Bueno, porque no, así desconecto.
-¡Perfecto! Voy a buscarte.

Cada día Laura me sorprendía más, era la única que realmente se preocupaba por mi y me cuidaba.
Nos fuimos al parque y nos sentamos en un banco mientras comíamos un helado.
-Nerea...¿Vamos a un lago?
-¿A un lago? ¿Dónde?-Pregunté frunciendo el ceño.
-Está escondido, en medio del bosque.-Dijo levantándose y ofreciéndome su mano para levantarme.
La tomé con confianza y nos dirigimos al lago.
Aquel lugar era precioso...Todo era muy relagante y tan...Tan tranquilo. Era simplemente perfecto. Nos sentamos a la orilla del lago y comencé a reflexionar sobre todo en general. Algo me desconcentró, era Laura que estaba hablando por teléfono.
-¿Sí? Hola...Claro, ¿Cuándo? Mmm...Vale, perfecto, enseguida estamos allí.
-¿Quién era?
-Tu madre. Dice que vayamos a su casa a pasar la tarde. ¿Te parece bien?
-Vale...-Me levanté y me sacudí un poco mi ropa.
Cuando llegamos a casa de mi madre eran las siete de la tarde y hacía un poco se frío. Mi madre me trataba de maravilla, pero aún así, no era feliz...
-Mi amor, ¿quieres algo más de comer?
-No mamá, gracias.-Sonreí dulcemente y comencé a mirar por la ventana.
Había una gran variedad de coches de policías y eso me extrañó, este es un barrio muy tranquilo.
Bajé a bajo con Laura y con mi madre.
-¡¡Alejense de aquí!!-Gritó un policía con un arma.
Comenzaron a pegar tiros y más tiros, Laura se llevó a mi madre dentro de casa pero yo no quería. Me fijé a quien disparaba y era a un pobre muchacho herido en el suelo. La tentación me llamó más y me acerqué un poco para ver quien era.
-Oh no...Jeff-Dije al verlo.
No eran paranoias mias, estaba ahí, herido y rodeado de policías.
-¡¡Nerea entra a casa!!-Gritó mi madre.
No le hice caso y corrí como pude a por él.
-¡¡Jeff!!-Grité y empujé a uno de los policías que casi lo mataba.
-¡¿Pero que está haciendo?!-Gritó otro policía.
Cerré los ojos fuertemente y corrí con Jeff. Lo llevé a un tipo de cabaña, la cuál estaba abierta desde hace muchos años. La cerré y ayudé a Jeff a sentarse, tenía el brazo herido.
-¡Te he echado TANTO de menos!.-Lo abracé con todas mis fuerzas pero él se alejó de mi.
-¡No me toques!
-Jeff...¿Qué te ocurre?
-Todo era una mentira...Tú...¡Tú me fallaste otra vez! Me querías ver muerto...
-¡¿Quién dijo eso?!
-Los que mandaste para que me mataran.
-¡Yo no era! ¡Te lo juro!-Lágrimas salían como cuál cascada.-Yo luché por ti, Jeff...
-¡Una mierda! ¡¡Me querías ver muerto e irte con Daniel!! Ya no confío en ti...
-Jeff ¡Eso no es verdad!
-¡¡No te acerques a mi!! ¡Nunca más!-Gritó y se escapó por la ventana.
Justo después de eso, Laura entró en la cabaña.
-¡Se ha ido!-Dije sollozando.-Jeff se ha ido...No me cree.
Laura me abrazó con todas sus fuerzas y lloré como si no hubiese un mañana.