Nunca pensé en esto (Jeff the killer)

Eres un mentiroso

Me desperté, abrí lentamente mis ojos. Aquél doctor me balanceaba.

-Señorita, ya tenemos información de Daniel.

-¿De verdad? ¿Cómo está? ¿Esta bien?-Pregunté histérica.

-Acaba de salir de la operación. Está en la habitación 103.

-Gracias-Le sonreí y salí disparada a la habitación que me indicó aquel doctor.

-Daniel-Susurré al verlo tumbado y con los ojos cerrados.-Cómo me alegra que estés vivo...Se que no me puedes contestar, pero se que me escuchas...-Una lágrima recorrió mi rostro. Le agarré la mano y pude notar que me la apretaba con fuerza.-¡Daniel!-Lo miré, estaba despierto y con una sonrisa en su cara.-¡No sabes el susto que me he llevado!-Lo abrazé con fuerza y luego me aparte.

-Estoy bien...Tranquila.-Se quejó al enderecerse para sentarse.

-Mañana ya estarás en casa.

-Eso espero-Sonrió. Pero se le fué la sonrisa del rostro de un instante a otro.

-Daniel...¿Qué ocurre?-Me giré y pude ver a Jeff, de pie, al lado de la puerta. Cabizbajo y con una capucha.

-¡Jeff!-Pronuncié su nombre al verlo de golpe.-¿Qué quieres? ¿Rematarlo?-Él negó con la cabeza.-¿Qué quieres?

-No...No vengo a causarte problemas...Yo, yo sólo vengo a decirte...Adiós.-Dijo con esa voz que me estremecia el cuerpo entero. Esa voz de psicópata...

-¿Dónde vas?-Fruncí el ceño.

-A dónde no puedas verme jamás-Alzó la voz con rabia al decir "Jamás".

-¿Qué?-Me levanté y me acerqué a él.-¿Qué quieres decir con eso?

-Adiós.

-No, espera-Lo agarré del brazo pero el tenía más fuerza que yo y se soltó.

-¡Déjalo! ¿No ve la de problemas que te ha causado?

-Me da igual...No voy a dejarlo ir.

-Hazlo por mí, quédate...

-¿Por ti? Daniel...Se perfectamente que me mentiste.

-¿De que hablas?

-¡Se que mentiste y sabes perfectamente de que hablo! Cómo he podido confiar en ti. Pensé que eras diferente. Pero me equivoqué.-Salí de allí y me fuí en busca de Jeff.

Antes no sabía quien era el que mintió sobre lo de Jeff, aquel día que Daniel dijo que Jeff estaba en su casa...Es un mentiroso y me doy cuenta lo más tarde posible.

-¡Jeff!-Grité por las calles.-¡Jeff!

Pero no contestaba nadie.

Hasta que mí móvil sonó.
-¡¡Nerea!!-Gritó Laura.-¿Dónde estás?
-Arreglando cosas.
-¿Un día entero? ¿Dónde cojones estás?
-¡Estoy ocupada!-Respondí mientras esquivava a la gente de la calle.
-¿Estás en la calle? ¡Ven a Casa!
-¡No eres mi madre! Se perfectamente lo que hago y lo que quiero hacer, no necesito depender de nadie-Colgué.

Estaba harta de tener que ser yo la niña que todos dominan. Esta es mi vida Y PUNTO.

-¡Jeff!-Volví a gritar.-Joder...Dónde estará.

Ya era tarde, Jeff no aparecía por ninguna parte y yo tenía frío y sueño. Me dirigí a casa, decepcionada por todo.

-Ya estoy aquí...-Dije sin ganas.-¿Hola?

Al parecer no había nadie. Me di una ducha reflexiva y fuí a mi cuarto.

-¡¿Jeff?!-Grité.-¡¿QUÉ TE HAN ECHO?!