Nunca pensé en esto (Jeff the killer)

Prefiero morir

Hoy me desperté sin ganas, era lunes y me levanté de la cama vagamente. Me miré al espejo detalladamente ya que esa podría ser la última vez que lo hiciera. Mis ojeras demostraban que no dormía y mi cuerpo estaba en los huesos, demostraba que no comía. Me lavé la cara y salí escaleras abajo hasta llegar al comedor. No comí nada, sólo encendí el televisor y me quedé mirándolo sin prestar atención a lo que decían. El teléfono de casa sonó pero no contesté, así que saltó el buzón de voz:

-¡Hola!-Por la voz deducí que era Laura.-Hoy te pasaré a buscar sobre las siete de la tarde, arreglate y ponte guapa, un beso.-Se acabó el mensaje.

Hoy no me apetecía salir de casa, sólo dormir y llorar, así por siempre. No tenía nada por lo que luchar, así que me vestí y salí a la calle. Estaba lloviendo pero yo no llevaba paraguas, sólo una capucha. Me daba igual mojarme, ya me daba igual todo. Caminé entré la gente, muchos me empujaban, otros me miraban raro...Decidí sentarme en el suelo, arriba había un techo y eso hacía que no me mojase. Al lado mío estaba un vagabundo y le pregunté algo que siempre quise preguntar a un vagabundo.

-¿Por qué tienes ganas de vivir?

El hombre se quedó algo extrañado al oírme.

-Porqué sé que dentro de poco lograré conseguir un hogar donde dormir, comida para alimentarme...

-¿Le gusta que la gente lo mire como un bicho raro?

-Uno ya se acostumbra a eso, ya da igual como te miren o que tan mala imgen tengan de ti, sino cuánto dures antes de perder el norte.

Me quedé bastante satisfecha con aquella respuesta. Me levanté y seguí caminando hasta llegar a lo que parecía ser una azotea con bastante altura. Me senté, dejando mis pies colgando a tanta altura. Me maldecí por dentro, por todas aquellas cosas que tenía que haber echo y no hize, por todo aquello que hize mal...Prefiero morir antes de vivir tan mal. Me levanté, estaba dispuesta a dar un paso pero a la vez me daba miedo hacerlo, pero más miedo me daba seguir viviendo. Di un paso hacía adelante y es entonces cuando me sentí libre, libre al saber que ya no tenía de que preocuparme...