Flaishback

281 22 0
                                    

-Es de noche.

-Ya, pero Carla y Laura van a llegar y se van a preocupar por mi al ver que no estoy.

-¿Quieres avisarles?-Dijo ofreciendome su móvil.

-Está bien.-Lo tomé y llamé.

Tres pitidos...Cuatro...Cinco...No lo cojen. Lo volví a intentar, pero no lo cojian.

-Estarán de fiesta aún.-Le dije mientras le daba su móvil.

-Seguramente.

Daniel me dejó su habitación de invitados y dormí allí.

-Nerea-Noté que alguien me balanceaba suavemente.

-¿Eh?-Me froté los ojos.

-Levanta, recuerda que tenemos trabajo.

-Mierda-Refunfuñé.

Me dormí con la ropa de ayer y estaba arrugada.

-Tengo que ir a mi casa-Le dije mientras masticaba el delicioso desayuno que me preparó Daniel.

-Tranquila, tenemos tiempo de sobra.

-¿Que hora es?

-Las ocho.-Le dió un sorbo a su café.

-¿Sólo las ocho?-Pregunté sorprendida ya que era temprano.

-Sabía que tenías que ir a tu casa así que te desperté más temprano, ya que te demoras mucho.

-¿Yo?-Pregunté haciéndome la ofendida.

-Supongo, no estoy hablando con nadie más-Soltó una ligera risa.-Venga que al final si que vamos a llegar tarde..-Dijo mientras ambos reíamos.

Nos subimos al coche y llegamos a mi casa en cinco minutos.

-¿No entras?-Le pregunté al ver que se quedaba en el coche.

-Te espero aquí.

Me bajé del coche y abrí la puerta de casa. Carla y Laura no estaban. Entré en sus habitaciónes correspondientes y efectivamente, estaban roncando como tractores. Reí al ver a Carla durmiendo de una manera super rara mientras Laura dormía en su otra habitación. Entré en el baño y comencé a ducharme.
Narra Jeff:

Estaba agotado, cansado, en medio de la nada, sin rumbo alguno. Me quedé en aquel lugar un día entero sin salir de allí. Aún no me he encargado de ese muchacho. ¿Dónde vivirá? No se nada de ese tipo. Pero no tengo fuerzas para nada. Desde que encontré aquel lugar, no me he movido de hay ni he echo nada. Creo que va siendo hora de levantarme y hacer algo. Me levanté con dificultad. Estaba algo borracho, bueno...Demasiado borracho. Sentía que me mareaba por cada paso que daba. Me ayudaba a caminar aguantandome en las paredes.

-¿Se encuentra bien?-Preguntó una señora que pasaba por allí.

-¿Lo está usted?-Le respondí con una pregunta.

-Vergüenza tenía que daros, ir por la calle borrachos...La juventud de hoy en día está fatal.

-¡Quitese de mi vista!-Le empuje y me fuí de allí balanceandome. Notaba cuchicheos detrás de mí. Me giraba pero no había nadie. Llegue a lo que viene siendo dónde trabajaba Nerea. No quería verla ni saber nada de ella pero no podía caminar más y me detuve allí, sentado en el suelo con muchos dolores de cabeza.

Lo veía todo negro. De repente aparecieron escenas rápidas.
-Jeff, ¿Te ocurre algo?-Me preguntó Nerea.
-No...-Mentí. La verdad es que me tenía que mudar de lugar pero no quería decirselo todavía, estábamos pasando un agradable momento.
-Venga ¡Vamos a las canoas!-Gritó Nerea entusiasmada llevándome del brazo.
Nos montamos y la verdad es que casi nos caímos.
-¡Jeff!-Gritó agarrándose a la canoa.-¡Nos vamos a caer!
-Es lo que intento-Dije riendo.
-¿Quieres caerte?
-No.-Sonreí.-Quiero que te caigas tú-La lanzé al agua mientras no paraba de reír.
-Ahora verás-Me jaló desde el agua y me lanzó junto a ella.
-¡Nerea!-Reímos sin parar.

-¡Jeff!-Escuché aquella dulce voz...Que me sacó de aquella escena.

-¿Nerea?

Nunca pensé en esto (Jeff the killer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora