Nunca pensé en esto (Jeff the killer)

Vida o muerte.

Notaba cómo Jack torturaba a Nerea, sus gritos aterradores eran insoportables, hasta me hizo estremecer por cada grito y llanto que salía de su boca. No pude más y di la vuelta encontrándome con ellos.

-Jack...Para.

-¿Estas de coña Jeff? No pienso parar.

-¡Para! ¡He dicho que pares!-Al ver que no paraba le di un puñetazo.

-¿¡Qué cojones haces!?-Chilló Jack, el cuál me devolvió el puñetazo.-¡Voy a acabar con ella igual que contigo!-Me dió una patada.

-Si puedes-Me levanté, agarré sus hombros y le di con mi rodilla en su estómago tras eso, un puñetazo en la cara, uno detrás de otro. Me puse encima de él y comencé a pegarle, la ira se apoderó de mí en ese instante.
Narra Nerea:

Pude ver a Jeff matando a ese cabrón, entonces yo aproveché para desatarme y coger algo útil para reventar a Jack. En ese instante ví que Jack estaba pegando a Jeff, demasiado fuerte.

-¡¡Vete Nerea!!-Gritó Jeff. Pero no podía dejar que le pegaran, algo en mí decía que acabase con Jack y eso hize. Cogí un cuchillo y lo apuñalé por la espalda, haciendo que este cayese al suelo.

-¿Qué haces?-Preguntó Jeff confundido.-¿Mato a tu mejor amigo, te hago la vida imposible y ahora me salvas la vida? ¿Porqué lo haces Nerea?

-Porque significas algo para mí.-De repente, todo fué un silencio...-Tal vez yo no signifique nada para ti, así que no quiero ser una carga pesada-Sin darme cuenta, las lágrimas salieron de mis ojos húmedos y rojos de tanto llorar. Me fuí de allí, sin mirar atrás, continuaba mis pasos, más acelerados. Pasé por casa de Daniel. Estaba toda la casa rodeada de policías y ambulancias.

-¿Qué ha pasado?-Pregunté a un Policía, haciendo que no sabía nada de lo que pasó.

-Han herido a un chaval.-Dijo sin mirarme.

-¿Esta muerto?

-No. Sólo herido.-Me miró.-¿Qué le ha pasado en su rostro?-Dijo al verme los golpes.

-Nada, nada...-Me alejé de él y pregunté a más policías donde estaba Daniel, en que hospital se encontraba y salí disparada para allí. Salí corriendo sin descansar en ningún momento. Cuando llegué al hospital, entré con la respiración agitada. Esquivando a la gente hasta dar con un médico que me pudiese atender.

-¡Disculpe!-Le llamé la atención a un doctor.-¿Sabe dónde se encuentra Daniel Dickens?

-Déjeme que lo consulte con la recepcionista.-Le seguí. Ellos hablaban y por fin me atendió.-Señorita...Daniel Dickens está en operación. Está en cuestión de vida o muerte...Lo siento. Cuando tengamos más respuestas le avisamos.-Yo asentí mientras me limpiaba mis lágrimas. Me senté en la sala de espera, y sin darme cuenta me dormí allí mismo.