Interlude; She.

Cap 6.

-Y te juro, es un completo idiota... Pero, ¡Dios! Qué buen álbum.

Se hizo silencio al otro lado de la línea por unos segundos, y entonces Taylor rió.

-¿Sex Pistols?
Preguntó, riendo.
-Exacto.
-¿Billie Joe Armstrong?
-Exacto.

Apenas llegué a casa de nuevo, encendí el reproductor y comencé a escuchar ese tal disco.

Decidí que eran suficientes maldiciones para ese estrafalario de ojos verdes y era mejor si sólo escuchaba su música para criticarla y odiarla tanto como yo a él... O bueno, buscaba odiarle.
Pero fue imposible. Mis oídos estaban siendo bendecidos por aquellas melodías y ritmo. Era... Inexplicable.

Cuando creí que ya había escuchado lo mejor de lo mejor, llega él y me desmuestra que estaba equivocada. Aún hay tantas maravillas que, demonios... Necesitaba descubrir. Y él me ayudó a hacerlo. De hecho, él fue quién lo hizo.

Tal vez, sólo tal vez... Billie Joe no fuera un completo idiota de ojos cautivadores. Tal vez, en realidad, si tuviese algún tipo de conexión entre su cerebro y corazón, más que la conexión "miembro-cerebro" tan fuerte que tenía. Tal vez podría llegar a considerarlo un tonto, y no un idiota total. Tal vez.

-¿Y ya lo escuchaste completo?

-¡Por tu shampoo que sí, rulos!

-¿Y..?

-¡"Holidays In The Sun"! ¡Es la canción!

Escuché la risa de Taylor volver a resonar con cierta interferencia en la otra línea.

Aquella canción sin duda, me había cautivado. Por completo. Su ritmo, su melodía, la voz...
-¿Y cuándo vas a agradecerle por eso?
Pestañeé varias veces.
-Eh...
-¿Qué? ¿No piensas hacerlo?

Mordisqueé mi labio inferior y cambié de oreja el celular.
-Es que...
-¿No quieres hacerlo?
Solté un suspiro.

-Es que de hecho, sí quiero.

Silencio de nuevo. Ni yo me creía lo que había dicho.
-Vaya... Sí que supo cómo enamorar tu oído.

Despeiné mi flequillo y mordi de nuevo mi labio inferior. No sé cómo rayos lo había hecho, pero desde que esta música llegó a mi fue... Magnifico. Y pues, el me la dio. Se lo debo.

-Sólo voy a decirle un simple "gracias", le comento un poco sobre qué me pareció y listo.

-¿Y qué pasó con eso de "idiota"?

-Oye, aún lo es. Pero admito que hace buena y música y conoce de ella.

Taylor rió de nuevo cuando mi reloj sonó. Decidí que ya era tiempo de terminar aquella llamada.

-Vale, hablamos luego, rulos.

-Si, ah, oye Hayls..-escuche su voz elevarse un poco- Hablé con Jeremy y quiere que conozcamos pronto a los otros miembros de la banda.

Asentí sonriendo, aunque no pudiese verme.
-Claro, me avisas cuando sea y estaré lista.
Una despedida después, y colgué.

Se supone que debía atender a la mesa nueve, pero definitivamente algo no me dejaba trabajar en paz.
Desde que Taylor había dicho que debía agradecerle a Billie Joe, algo me atormentaba.

Obviamente no dejaba de creer que el tipo estaba completamente loco, y además era extraño, pero... Eso no me desagradaba. De hecho, me interesaba.
Y me estaba odiando por pensar así, pero un disco no se regala a cualquiera, y tampoco había sido cualquier disco.