Interlude; She.

Cap 11.

-¿Ya estás afuera? ¡Cielos, rulos! Dame cinco minutos.

Coloqué mi teléfono sobre la mesa de noche y corrí lo más rápido posible hacia el baño.
Aquella mañana había despertado con un mensaje de Taylor, avisando que hoy conoceríamos a los otros miembros de la banda. Hoy al fin.
Así que, como era de costumbre, sólo tenía diez minutos para darme un baño, vestirme, maquillarme y tomar algo de la nevera cada vez que él avisaba que venía por mí.
Aunque yo siempre lo convencía de darme unos cinco u ocho minutos más.

Miré mi reflejo al acabar de maquilarme y le saqué la lengua al espejo, haciendo una que otras muecas. Supongo que; Unos jeans de cintura alta oscuros, un top verde oscuro de mangas largas negras, con el nombre de "Nirvana" en blanco, más mis Converses negras eran suficientemente decentes.
Aún así, mi clásico delineado de "Moderna Cleopatra", un rubor artificial y mi brillo labial ayudaban.
Peiné por última vez mi flequillo, y tomando mi celular devuelta, salí disparada hacia la puerta de mi pequeña casa.

-¡Al fin!

Gritó Taylor al verme aparecer, luego de asegurar mi hogar con llave. Solté una pequeña risa, y bajé los escalones de la fachada, para ir directo a sus brazos.

-¡Cállate!

Le di un corto abrazo y enseguida tomé asiento en el puesto del copiloto cuando éste me abrió la puerta.

-¿Nerviosa?

Negué con mi cabeza, sonriendo. Él encendió el auto con un rugido.

-No, esta vez les toca a ellos impresionarnos. Yo no tengo que cantar por esta ocasión.

Taylor rió por lo bajo, haciendo al carro andar lejos de mi casa.

-¿Y cómo ha ido todo, rojita?

Preguntó luego de unos minutos de camino, y había temido que formulara aquella duda.
Repasé mentalmente mi respuesta y mordi mi labio inferior. "Pues, ¿cómo a ido todo? Oh, no, todo normal. Comer, ir a trabajar, cantar en la ducha y, ¡Oh, claro! Ser invitada por una atractiva y fastidiosa estrella de punk. Sólo eso".

-¿Hayley? ¿Estás ahí?

Pestañeé varias veces al escuchar la voz de mi amigo y sonreí ligeramente.

-Eh, todo normal, rulos.

Pude notar cómo alzó una ceja. No se había creído ni una sílaba de lo que dije.

-No, a ti te pasa algo más, te conozco...-sentí nervios entonces-..Y apuesto por la forma en que juegas con tus manos, que tiene que ver con Billie Joe Armstrong.

Abrí mis ojos de pronto y bajé mi vista hacia mis manos. ¡Rayos, sí lo estaba haciendo!
Deshice el nudo entre mis dedos y retiré el sudor de las mismas con mis jeans.

-Vale, pues, creo que... Creo que me invitó a una fiesta.

Observé cómo la carretera daba una extraña y brusca curva, y me apoyé de la cajetilla. Sentí un vacío en el estómago y juré que vomitaría del susto.
Pero luego el carro volvió a la normalidad y de inmediato miré a Taylor con nerviosismo.

-¡Si vas a matarme procura que no sea tan obvio!

Taylor me observó un segundo y abrió sus labios de par en par.

-¡Billie Joe te ha invitado a una fiesta!

Me encogí en mi asiento, volviendo mis ojos al frente. No sé porqué me sentía tan incómoda.
"Eh, tal vez porque te asusta que tu mejor amigo sepa que te gusta un chico... Y vaya, ¡qué chico!".
Rodé los ojos tras escuchar a mi consciencia y arrugué la nariz.
No. No me gustaba.