Cap 23.

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«Yesterday I saw a lion kiss a deer»

Escuché cómo mi voz se convertía en eco, y casi pude visualizar las ondas de sonido escaso, confundirse con las polillas bailarinas en el aire transparente.

Había acabado nuestra demostración a la disquera, y ahora abría mis ojos para darme cuenta, de los labios entreabiertos del único espectador presente en esa sala.

-Vaya...

Escuché la voz Jeremy a mi izquierda, y volteé a mirarlo, mientras una sonrisa se formaba en mis labios.

No podía creer que habíamos logrado aquello, en tan sólo seis horas.

Aquella mañana cuando desperté a las nueve, tras nada más haber descansado unas cinco horas, no dudé en levantarme de mi cama y llamar de inmediato a Taylor y Jeremy, avisándoles que ya tenía el tema, y que debíamos prepararlo lo antes posible.
Bien, parece que mi visión realmente se tornó cierta, ya que una hora después de avisarles, Paramore estaba reunido en el estudio de Davis, iniciando con lo que sería la instrumentación y edición de "Ignorance".

Casi ni nos habíamos alimentado completamente, ni preparado en cuanto a imagen se trataba, para obtener la finalización entera y absoluta de nuestra canción a presentar ése mismo día.

No podía negarlo, pues sería una falta de respeto hacia el talento de los integrantes de la banda, pero; Paramore definitivamente nació para estar en la música, y oídos de una multitud innumerable. No podía negarlo.

Le dediqué una sonrisa amplia a Taylor cuando giré para observar a mi derecha, encontrándome con unos rulos emocionados, y silenciosamente entusiasmados.

-En serio son buenos... ¡En serio que sí!

El hombre de barba y gafas bien vestido que se encontraba detrás del cristal, presionando el botón de entrada al sonido, se levantó de su silla aplaudiendo tras decir aquello. Paul Gill, se llamaba al parecer, el representante de aquel estudio y firma discográfica.
No pude evitarlo y sonreí aún más.

-¿Eso significa que estamos dentro, señor?

Zac agregó a mis espaldas sonando algo apresurado detrás de la gran batería del salón, y capté cómo se escapaba una risa nerviosa de los labios de Taylor.
Bajé el micrófono, colgando a un lado de mis caderas entre mis dedos y me limité a hacer silencio, esperando la respuesta del hombre detrás de la cabina de grabación.

Él asintió.

-Sí, ¡Sí! Lo están.

Dijo, y estuve segura de que todos abrimos los ojos como platos, mientras nuestras mandíbulas caían separándose con sorpresa.

Esto realmente estaba pasando, tal y como Jeremy había dicho.
Definitivamente la suerte estaba de nuestro lado. Habíamos conseguido un contrato con una de las disqueras más importantes y reconocidas del país en tan poco tiempo.
¿Pero qué rayos habíamos comido que nos ha caído tan bien?
Parecía que realmente todo era demasiado bueno para ser verdad. Demasiado.
Quien haya mostrado ese vídeo a esta gente, le debía y mucho ahora.

Lo siguiente que supe fue que nos estábamos abrazando como psicópatas que recién salían del hospital mental.

El sueño de cinco estaba comenzando.

-¡Es grandioso, diablos!

Prácticamente gritó Taylor a mi oído abrazándome con fuerzas, al mismo tiempo que yo le correspondía, riendo al escucharlo.

-¡Sí, rulos, lo es!

Apreté un poco más su espalda entre mis brazos y luego me separé, sonriendo.

Interlude; She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora