Cap 37.

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Siento mis pies vacilar un momento, cansados, pero continúo corriendo hacia la puerta del fondo en el pasillo del tercer piso. Detecto un pequeño indicio de vacío en mi estómago seguido de algunos retorcijones. Estaba nerviosa.
Me detengo finalmente frente a dicha puerta, y dudo antes de golpetear.
"Vamos, puedes...". Muerdo mi labio inferior y me armo de valor, para entonces hacerlo un par de veces. Se hizo silencio y nadie abrió por unos segundos.

Hasta que un rubio con ojos azules se apareció tras la puerta, haciendo una mueca de desagrado y queja al darse cuenta de quién se trataba.

-Sabes, Joe, quizás y ni te interese esta visita...

Tré comenzó a cerrar la puerta en mis narices, y rápidamente me apresuré a impedírselo, colocando medio cuerpo dentro de la sala.

-¡No! -casi grité- Por favor, necesito hablar con él.

El chico soltó un bufido.

-¿Qué vas a hablar? ¿Seguir mandándolo a la mierda...?

-Tré, ¿quién es?

De pronto, escucho su voz y noto el volumen de la misma crecer, por lo que deduzco que estaba cerca.
Siento mi pulso acelerarse ante la idea.

Justo en ese momento, la puerta se aparta por completo, revelando a unos ojos verdes buscarme con la mirada.
Billie me observa con cierta sorpresa al principio, pero luego simplemente transforma su rostro a una faceta inexpresiva.

-¿Qué haces aquí?

Su voz sale distante, seria y monótona. Trago saliva, girando mi cuerpo hacia él.

-Billie, necesito contarte algo.

-¿Contarle qué? -inquiere Tré interrumpiendo mi charla- ¿Contarle los meses perdidos que estuvo junto a ti?

-Tré...-Billie habla al instante, colocando una mano sobre el pecho de su amigo, logrando que éste se apartara un tanto- Ya deberías irte.

-Pero...

-Tré, en serio.

El aludido fulmina con la mirada a Billie unos momentos, y entonces decide adentrarse al estudio de nuevo, desapareciendo a nuestra vista y dejándonos a ambos solos.

Billie se cruza de brazos, alzando su barbilla e inclina su cabeza levemente hacia un lado, estudiándome.

-Habla.

Exige, y tomo aire con dificultad, cohibiéndome entre mis hombros.

-He escuchado allá abajo que...-trago saliva, bajando mi mirada- Me he equivocado, Billie. Josh y Momsen han estado planeando todo. Ellos escondieron las cartas que nunca me llegaron. Ellos han preparado la emboscada en el bar. Ellos han decidido todo esto.
-¿Ellos? -Habla, sonando un poco asombrado- ¿Ellos decidieron acabar con esto? ¿Ellos, Hayley?

Relamo mis labios, pestañeando un par de veces ante su inesperada reacción.
Creí que iba a enfurecerse con Farro y Momsen. Creí que comenzaría a buscar un plan para hacerles ver lo estúpidos que fueron. Creí que iba a buscar hacer justicia.
Creí que la culpa no iba a recaer en mí. Pero me había equivocado.

-Billie, pensé que...

-¿Que con esto todo iba a arreglarse? -Exclamó, y sentí su cuerpo acercarse a mí, despacio. Yo me hice hacia atrás, a medida que él se acercaba- ¿Que con esto iba a olvidar todo?

-Billie, yo...

Mi espalda chocó contra el sólido de la pared en ese momento, y entonces él se detuvo frente a mí.
-¿Creíste que con esto yo te perdonaría? -Sus manos comenzaron a ascender a los lados de mi cadera, subiendo hasta mi cintura y finalmente dieron a parar a cada extremo de la pared, acorralándome. Suelto un suspiro- ¿Creíste que con esto iba a buscarte?

Interlude; She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora