Cap 9

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Pestañeé un par de veces y entonces sonreí ligeramente, tomando aire.
Ahí estaba Billie Joe Armstrong, con sus manos escondidas bajo los bolsillos delanteros de sus jeans, mirándome como sólo él tenía el estúpido conocimiento.
Había estado buscando alternativas para no observarlo demasiado tiempo, alternativas para no buscar dudar más.
Pero de pronto, las había olvidado todas.

-Hey.

Respondí terminando de llegar a él, juntando mis manos frente a mi vientre, con algo de nervios.
Billie ladeó un poco su cabeza, estudiándome con sus ojos verdes.

-Te ves hermosa. Había olvidado cómo se sentía ver a alguien así.

"¿Eh? ¿Qué rayos ha sido eso?" Llevé una mano hasta mi flequillo y peine este.

-¿Qué? ¿Acaso no te has visto hoy en el espejo para alimentar tu ego?

Billie abrió un poco sus ojos.
De acuerdo, eso podía interpretarse de varias maneras.

-No creo que sea necesario verme al espejo para alimentarlo.

Claro, ése sí era Billie Joe. Rodé los ojos ante su comentario y asentí.

-Debí esperarme eso.

Alzó sus manos encogiéndose de hombros, sonriendo sin abrir sus labios. Su incredulidad brotaba hasta por sus gruesas cejas, pero luego en su lugar, relajó su rostro y volvió a sonreír de lado.

-¿Entonces? ¿Cómo fue tu orgasmo auditivo?

Rodé los ojos de nuevo y negué con mi cabeza.

-¿Es en serio? -lo miré con súplica- ¿Podrías sólo dejar de mencionar cosas que tengan que ver con sexo en tan sólo una conversación?

Una risa pícara se escapó entre sus labios.

-El sexo está en todas partes, pelirroja..-Observó mis ojos y luego detrás de mí- Ahí, justo a tus espaldas.

Alcé mis cejas y me di la vuelta, mirando a través del gran ventanal hacia donde su dedo señalaba.
Justo ahí, se encontraba una pareja de dos adultos, aproximadamente por sus cuarenta años. La mujer acomodaba el saco del hombre, mientras que éste la tomaba por su cintura y veía sobre su barbilla. No vi algo extraño en ello.

-¿Eso qué tiene que ver?

Pregunté sin voltearme. Escuché su lengua chasquear y fue cuando sentí su aliento demasiado cerca de mí. Demasiado cerca como para hacer que mi piel se erizara, cuando su pecho tocó levemente mi espalda, y sus dedos rozaban con sutileza mi cintura.
Quería con fuerzas alejarme. Por dentro estaba consciente de que así tenía que hacerlo. Pero ¡por Dios! No podía ni moverme.
En ese momento, sus labios se abrieron y murmurando casi en un susurro, dijo a mi oído;

-¿No lo ves? Él la mira a ella fijamente, tratando de demostrar su dominio, y ella sólo evita su mirada, probando que es cierto. Ella acomoda su vestimenta, pero él aprovecha para tocar más allá de su espalda baja...Se nota que él la desea, pelirroja. Y ella a él, lo sé por la forma en que relame su labio...Nena, él la hará suya esta noche.

Tragué saliva ante sus palabras y no pude evitar morder mi labio inferior.
No tenía que voltearme para saber que Billie Joe estaba a menos de un giro de mi cabeza para tocar sus labios.
Su cálido aliento golpeteaba la piel de mi cuello, atravesando mi fino cabello y penetraba en mis poros como una maldita tortura.
De pronto, quise con desesperación juntar mi boca con la suya y sólo devorarlo por completo.

"Diablos, este chico que sabe volverte loca, Hayley".

Escuché a mi consciencia regañar en mi cabeza, y fue cuando desperté de mi pequeño trance.
Aclaré mi garganta, y para mi sorpresa, me separé de mala gana, dándome al fin la vuelta para ver su rostro.
Para hacer esto aún más difícil, Billie me miraba como si también deseara lo mismo que yo.
Esto simplemente no estaba bien.

-Eh, el álbum es excelente. Mucho.

Hablé cambiando el tema, con voz ronca.
No entendía aún cómo había pasado eso, pero me asustaba la facilidad con que logró tenerme así.
No podía permitir ello.

-Lo son. -Contestó, sonriendo como si adivinara lo que pensaba. ¿Acaso era muy obvio?- Digamos que les debo a ellos mucho de lo que soy.

-¿De lo que eres?

-Música, pelirroja.

Miré sus ojos y una comisura de mis labios se elevó, sonriendo entonces sin poder detener ese gesto.
Billie notó aquello y su sonrisa se tornó diferente... Tal vez un tanto... sincera.

-Dime que no tienes algo que hacer dentro de dos días, pelirroja.

Lo miré, confundida.

-¿Perdón?

-Vas a ir conmigo a una fiesta.

Pestañeé un par de veces, sin creer escuchar aquello. Alcé una ceja y me crucé de brazos.

-¿Y a ti qué te hace parecer que iré a una fiesta, y además contigo?

Sus ojos enfocaban los míos con malicia y su barbilla se elevaba, con seguridad.

-Vas a ir, preciosa. Sé que sí.

Abrí un poco mis labios con sorpresa. Ése sí era el Billie que conocía.
En verdad se creía el dueño del mundo. Que lástima que yo no formaba parte de el.

-No, no lo creo.

Respondí con toda firmeza, pero este sólo me ignoró, sacando entonces de su abrigo una tarjeta.

-Toma, así no te perderás y podrás llegar a tiempo.

Me tendió dicho papel y lo agarré, leyendo por encima una dirección plasmada en esta.
Lo miré con ironía.

-Dije que no iré, Billie Joe.

Él miró mis labios un momento, juntando un poco sus cejas.
-Vuelve a decir eso.

Hice un mueca.

-¿Qué?

-Di de nuevo mi nombre, quiero ver como suena y hacerme una idea de cómo se escucharía cuando...

Abrí mis ojos como platos y levanté un dedo, indicándole que se callara.

-¡Eres un maldito acosador!

Billie rió.

-Sí, bueno, yo no fui quien obtuvo mi número de la nada.

Lo miré con mayor sorpresa y algo dentro de mí ardió. Sí, definitivamente él no podía durar mucho sin parecer un idiota.

-Como sea, no iré a esa fiesta.

-Vas a ir.

-No, no lo haré.

Él se acercó de nuevo, pero esta vez me alejé un paso, haciendo que sus labios me dedicaran una pequeña sonrisa llena de malicia. Él sabía qué ocurría.

-Te veo dentro de dos días a las ocho, Hayley.

Sus labios pronunciaron mi nombre, con cierta seducción en ellos, como si ocultara algo más.

-No voy a ir a ninguna...

Pero antes de que pudiese terminar de refutar aquello, él ya se había dado la vuelta, caminando hacia la salida del lugar, dejándome ahí, con mis palabras en la boca.

Sí, definitivamente sí iba a ir a esa fiesta.

***

Bueno, pues, aquí está este corto capítulo. Lamento no haber publicado antes, pero al fin he salido de los exámenes y estaré más tiempo en esta historia.
Por favor comenten y compartan su opinión sobre esta blasfemia abstracta que escribo.
Gracias por todo, y felices fiestas.

-Rage & Love.

Interlude; She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora