Cap 13.

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-¡Nunca, jamás! Tengo mi propia casa, puedo irme a un hotel, o como sea.

Casi grité apenas le escuché decir aquello. Era infinitamente imposible el que yo fuese a su casa.
Billie rió entre dientes.

-¿De qué demonios hablas, Joe?

Intervino Tré, alzando una ceja. Mike a su lado, parecía distraído con unos pastelillos que pasaban a su lado, sobre una de las bandejas de algún mesero.
El ojos verdes a mi lado sólo sonrió.

-Lo que has oído. -contestó al rubio para luego volverse hacia mí- Busca tus cosas, nos vamos ya.

Enarqué una ceja.

-Billie Joe, no voy a ir a tu casa.

Capté cómo se acercaba un paso más, quedando terriblemente a pocos centímetros de distancia. Como yo no era de gran estatura, tenía que alzar mi mirada para poder verle, lo que empeoraba la situación, ya que sus ojos me dominaban con mayor facilidad. Diablos.

-¿Prefieres quedarte en un jodido y mugroso lugar, por el que debes pagar y encima dormir mal, que venir conmigo, comer algo decente y estar segura, pelirroja?

Tragué saliva.

-¿Y cómo sabré que estaré segura?

Sus ojos sólo me miraron con profundidad.

-Jamás podría herirte, Hayley. No soy un maldito monstruo.

Aquello simplemente me dejó en silencio. Todo lo que pude hacer fue suspirar pesadamente.

-Deja que se vaya a un hotel, Joe. No quiere ir contigo.

Escuché la voz de Tré de pronto, y recordé que estaba ahí.

-No dejaré que se vaya a una mierda, donde puede hasta terminar peor, Tré. Estará más que bien conmigo.

El contrario negó con su cabeza, pasando una mano por su pequeño copete.
Mordi mi labio inferior. Estaba como una pequeña en medio de una pelea de sus padres.

-No quiere ir, Joe. Déjala.

Dijo este, y comencé a sentir una molesta punzada en mi cabeza. Me irritaba un poco el que hablara por mí, a pesar de que se suponía que estuviese abogando por mi lado.
Observé el rostro de Billie y él sólo bajó sus párpados, haciendo una pequeña mueca con sus labios.
-Vete a la...

Y entonces ya no quise eso.

-¿Nos vamos en tu auto o..?

Dos pares de ojos me miraron sorprendidos. Tré abrió sus labios;

-¿Vas a..?

-Sí..-respondí sin prestarle atención a su cara, sólo a la de Billie- ¿Tu auto?

Billie sonrió entonces, mostrando sus dientes.

-Sí. Está en frente.

Sonreí levemente hacia el verde intenso que se fijaba en mí con atención.

-Bien. Andando.

Su boca se curvó, sonriendo con malicia y a la vez evidente satisfacción, y entonces una de sus manos se separó ligeramente de sus caderas, para dirigirse hasta mi cintura.
Pero me separé, con una pequeña risa nerviosa en los labios.
Esto iba muy lejos como para confundirme más, teniendo aquel contacto.

-Yo te sigo.

Dije con toda la amabilidad que pude expresar, y él sólo asintió.

-Es por aquí...

Interlude; She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora