Cap 25.

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Incluso, cuando menos lo crees, las cosas pueden tornarse mejor de lo que esperabas.

Tal vez lo creerías difícil. Dos individuos que apenas se conocen lo suficiente, que apenas se han visto a los ojos un tanto, que apenas se han hablado de alma a alma, pueden ya sentir cómo todo en su camino los dirige hacia el otro.
Pues verás, no es tan imposible. Porque me pasó.

Billie Joe Armstrong quizás no fue el caballero más educado y cuidadoso cuando lo vi por primera vez, quizás aún no lo es. Tal vez no haya sido tan dulce, ni tranquilo, y mucho menos respetuoso en cuanto a pasarse de la raya con sus palabras concierne, y tal vez aún no lo sea.
Pero es que definitivamente él no era como los demás. No lo es.

Billie Joe simplemente ha roto los esquemas de todo lo que yo tenía planteado como el hombre perfecto, y es que en realidad, no existe tal cosa.
El hombre perfecto no se encuentra. No existe. No lo hay.

Pero te diré qué sí es real, y además se halla en algún lugar en el mundo, esperando ése momento para encontrarte; Es el hombre perfecto para ti.

No se debe perder el tiempo, tratando de buscar al chico que jamás se equivoque, que jamás cometa alguna falta, que jamás te contradiga. No existe eso, y nunca lo hará.
No se es perfecta, pero él tampoco lo es. Si no lo eres, entonces tampoco esperes que él lo sea.

Eso es lo mejor de todo, ya que enamorarse, implica amar los defectos del otro, y es cuando se consigue la aceptación verdadera del ser contrario. Es cuando realmente se ama.

El destino existe, realmente lo creo así. Las coincidencias nunca han sido sólo eso en mi vida. Siempre ha habido algo más.
Realmente creo en que tenemos nuestra vida escrita, las coincidencias sólo son un resaltado en el texto que te otorga una pista de lo que vendrá.
Tú tienes el poder de cambiarla, totalmente.
Pero en el amor... Sí tenemos a alguien escogido.

Esa persona siempre va a cruzarse en tu camino, no importa en qué manera, lo hará.
Y tal vez creas imposible el enamorarte de ése alguien en tan poco tiempo. Pero no lo es.
Cuando es ésa persona, nada es limitado. Pues es para ti.
Y depende de ti el saber aceptarla, y hacerlo.

Depende de ti creer que esto es real. Depende de ti el reconocer que es real.

Es cuando esto verdaderamente es real.

Billie Joe es real. Esto es real.

Él observó mis ojos un momento, guardando un silencio de ultratumba que jamás creí escuchar, si es que eso era posible. Sólo se limitó a eso los próximos segundos, haciéndome sentir un tanto insegura.
Hice una mueca, juntando mis manos frente a mi vientre, jugando con mis dedos, nerviosa.

-Joder...-escuché de pronto su voz, seguido de un indicio de risa tras sus labios. Alcé mi vista para verle a través de los cabellos naranja de mi flequillo- No creí que moriría tan rápido.

Él llevó sus manos hasta su frente, murmurando algo que no logré descifrar. Alcé mi ceja ante aquello último, confundida.

-¿Eh?

-Estoy muerto, ¿cierto? -Se volvió a mí, juntando sus perlas verdes, envueltas en melena negra, con las mías- ¿Finalmente morí?

Esta vez, hice que mis cejas se tocaran. No lo entendía.

-No...-exclamé casi en un hilo de voz- No estás muerto, Billie. Esto es real...

Su mirada penetró en la mía, dejándome sin habla. Vi en sus ojos una profundidad inmensa, como si pudiese sumergirme en ella y perderme. No me importaría hacerlo, en realidad.

Interlude; She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora