Cap 24.

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Digamos que, probablemente debe estar odiándome en este momento. O tal vez él se odiaba por decirle "Te amo" en un movimiento de impulso, a la persona más tonta de este mundo.

Pero estaba segura de que yo me odiaba aún más por no responderle, y huir.

Sí, lo amaba, por supuesto que lo hacía. Amaba a Billie Joe Armstrong
como si fuese el único ser humano que pudiese entenderme y verme de la manera en que sólo él sabe hacerlo.

Lo amaba, estaba segura. Pero por ése mismo motivo me fui.

Estaba aterrada de que aquello que él había dicho sentir por mí, haya
sido tan sólo una vaga respuesta dicha por un rápido reflejo. Casi una
nula improvisación.
Y por supuesto, me estaba protegiendo de ser lastimada. Más aún.

Con él, todo parecía ser un juego. Un día estabas ganando todos los
puntos, asegurando tu victoria, y al segundo, de pronto te encuentras
en el último de los últimos lugares. Era un desastre bueno, brutalmente dulce.

Por lo tanto había decidido; Si él realmente me amaba, no sería la
última vez que escuchara esas dos palabras. Tampoco sería la última
vez que nos veríamos.
Si todo era verdad, a la final, iba a demostrarse.

Pero por ahora, dejé que las cosas se tranquilizaran y pudiesen
pensarse. Que pensara él, y yo lograse pensar.

Que las aguas se calmasen, y si el diluvio en realidad estaba cerca,
pues que llegara y estallara cuando debiese hacerlo, en su debido
momento.
Eso era todo.

Suspiré ante mis pensamientos, asintiendo para mí misma al estar de acuerdo con ello.

Alcé mi vista, buscando ver hacia la izquierda, observando el tráfico
que se cruzaba en las calles de la 5ta Avenida en una Nueva York bastante ajetreada esa noche, cuando salía de mi turno en el Brossbar, caminando por la acera envuelta a cada lado con luces de colores, de cada establecimiento con sus puertas abiertas, y las personas andantes
en todas las direcciones.

Se suponía que me dirigía hacia mi hogar, para buscar darme una
buena ducha y luego descansar unas cuantas horas. Estaba exhausta y
creía que algún merecido y relajante tiempo de sueño iba a hacerme
recuperar la energía que necesitaba.

Incluso, las agallas que buscaba
obtener para resolver las cosas con él...

Solté un suspiro, observando a mis pies...
...Cuando de pronto, tropecé
con algo. O alguien.

-¡Rayos, chica! Más cuidado la próxima vez.

Era una voz femenina, algo ronca y grave.

Arrugué mi nariz ligeramente, al detectar que aquella aludida fumaba. O eso predecía por el no tan leve olor a cigarrillo que salía de sus
labios.
Sentí las consecuencias del golpe de su hombro contra mi mejilla unos instantes después, doliendo en mi rostro.

-Lo lamento...

Di un paso hacia atrás entonces, buscando reconocer quién fue la que
compartió el ardor en la piel aquella ocasión, y abrí mis ojos con un
poco de sorpresa.

-Espera...-dijo ella, pareciendo también darse cuenta de mi presencia no primeriza- ¿Te he visto antes, no es así? En la tienda de música, ¿cuál era su nombre...?

-Madeline's Music...-contesté rápidamente- Sí, hablábamos de... Billie Joe.

La rubia sonrió, luciendo una mirada de malicia ante aquella mención.

Sí, definitivamente era la misma chica con la que había cruzado una
que otra palabra unos días antes del Festival, el mismo día en que era lanzado "American Idiot" y... Y el mismo día en el que lloré por él, por primera vez.

Interlude; She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora