Cap 44; Casi final.

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Dedicado al amor de mi vida; EIVG.

Cierro la puerta del auto con fuerzas y con rapidez, a pesar de que ya nadie nos perseguía. No me confiaba de la prensa, ni de ninguno de sus derivados envenenados. No ahora que parecía todo alarmarse.

Si las cosas no estuviesen como lucían ahora, hubiese sonreído con satisfacción, -al menos una mínima- al lograr que nadie del exterior a nuestro mundo de dos, se enterase de mi verdadera identidad. Pero no.

Tal vez dirán, "¿Cuál es el problema en que sepan que la cantante de Paramore y el vocalista de Green Day estén juntos?" cierto, no luce tan mal, y no lo es, pero los medios jamás dirán la verdad, si no les parece jugosa y de increíble interés para el publico.
Si Billie y yo ofreciésemos nuestra relación a las masas, ya ni si quiera podríamos trabajar con tranquilidad.
Al mínimo error; quizás que lo viesen a él trabajando con alguna chica, o a mí saliendo a tomar un café con Taylor, o tal vez que ya ni nos mostramos tanto tiempo juntos frente a una cámara, o vernos en un país ajeno al que se encuentra el otro, cualquier tontería... Ellos fácilmente comenzarían a deducir que; Billie me engaña, o yo engaño a Billie, que estamos separados, que ya no queremos del otro en nuestras vidas.

Aparte de estar fastidiando nuestra relación, podrían salir bastante afectadas nuestras bandas. Si se genera el odio a alguno de nosotros, la banda y la vida personal se verían increíblemente dañadas, o al menos modificada. Y definitivamente no queríamos eso, ni lo queremos. Cada artista debe cuidar su espalda de los rasguños de los medios, o podría llevarse una herida bastante grave, y mortal.

Esa es la verdad tras el escenario, esto es con lo que podríamos lidiar. Y con lo que tal vez estábamos comenzando a peligrar. Quizás.

­- ¿Ya estás más calmada?

Escucho su voz por encima del ronroneo del auto al resbalarse por el pavimento de las oscuras calles de la ciudad, y volteo a mirarlo suspirando pesadamente. Apenas y podía decir que había tranquilizado la cuarta parte de mí misma.

-No mucho...-Muerdo mi labio inferior, bajando ligeramente mi cabeza y desviando mis ojos hacia el borroso panorama visible a través de mi ventana.- Billie, creo que me vieron.

Escucho un pequeño bufido escaparse de los labios del ojos verdes, pero no volteo para comprobar que es así.

-Obviamente que te vieron, preciosa, comenzaste a saltarles encima como una fiera.

Ruedo los ojos al escuchar aquel mal intento de broma y giro mi cuello para poder estudiarlo. Tal vez incluso para lograr calmarme un poco, y recordar que a él no podía montarle una rabieta.

-Sabes a qué me refiero. Billie, creo que ya saben quien soy. ¿Acaso no te preocupa eso? Tú mismo te diste cuenta.

Noto como tensa su mandíbula, sabiendo que su oportunidad para evadir el tema conmigo no funcionaba, y ahora no podría salir de ello.
Quizás Billie fuese experto en mandar a la mierda todo lo que le afectaba, en callar y dejar que las cosas surjan y tomen el camino que decidan con el tiempo, para él adaptarse a lo que viniese. Pero yo no era así, tal vez sí mandara al diablo lo demás, pero cuando se trataba de él, de nuestro futuro, terminaba perdiendo todo el orgullo o la indiferencia, y buscaba arreglar lo mucho que se me facilitara con rapidez.

-Ya lo sé, y sí me preocupa. Pero yo puedo solucionarlo, tranquila.

Levanto una de mis cejas, escuchando aquellas palabras salir de su boca y relamo mi inferior, buscando contar hasta diez, o cien, y no desesperarme.

-Mi amor...-Comienzo, cerrando un momento mis ojos.- Entiendo que trates de no alterarme más pero, Billie, esto es algo que honestamente no es toda una tontería. Nos vieron frente a un hospital, ya especulaban sobre un embarazo, y encima tuvieron tiempo y fotos para verme. Lamento si lo que armo es todo un drama, pero por lo más mínimo sacan toda una obra de película, y yo no quiero ser la protagonista de ella, ni que tú lo seas si no termina bien.

Interlude; She.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora