La pequeña capa de luz que entraba desde la ventana, visitó con escasa amargura mis párpados aquella mañana. El calor invadía mi cuerpo, transferido por unas gruesas sábanas azul marino, ajenas a mi propiedad.
Estiré mis brazos y piernas, soltando un ligero gruñido de placer al sentir que mi cuerpo entraba en un trance relajante pero energético.Abrí mis ojos, y sonreí al reconocer en dónde me encontraba.
-¿Vas a despegarte de esas sábanas al fin o yo mismo lo hago, pelirroja?
Detecté su aliento en mi oído y suspiré al sentir cómo mi piel se erizaba ante aquel roce. Conocía esa voz.
Me di la vuelta rápidamente y las comisuras de mis labios se alzaron sin pensarlo dos veces, al ser testigos de dos perlas verdes que me observaban con aquella mirada de alguna figura gloriosa de aquellos tiempos ancestrales.-Billie...
Exhalé en un murmuro casi sin voz, mientras él acariciaba mi mejilla, en un cálido tacto sobre mí.
Se veía grandioso, aún por las mañanas. Su cabello estaba en desorden, pero luciendo tan magnífico como acostumbraba.-Buenos días, preciosa.
Esta vez, llevé una de mis manos hasta su cuello, acariciando su yugular con uno de mis dedos.
-Buenos días...
Murmuré, mirándole detenidamente a los ojos, con algo de sueño aún en los míos. Billie rió.
-Es irónico...
Junté mis cejas.
-¿Qué?
-Llevas mi ropa puesta, y ahora es un maldito estorbo para mí.
El calor se apoderó de mis mejillas, comprendiendo a qué se refería.
Reí para mis adentros, alejando aquellas sábanas de mí e incorporándome sobre aquella cama, colocando el frío suelo bajo mis pies.-Aún no, Billie Joe.
Él gruñó a mis espaldas, mientras yo daba unos pasos hacia la puerta de aquel cuarto suyo.
-Al menos ésta es una bonita vista como recompensa por hacerme dormir toda la jodida noche en un sofá, preciosa.
No pude evitar reír ligeramente, girándome sobre mis talones para encararlo, completamente sonrojada.
-Eres un tonto, depravado.
Él guiñó un ojo.
-Y aún así conseguí vestirte con mi ropa.
Bajé la mirada, sonriendo como idiota encaminándome hacia el baño, tomando en el camino, el bolso que siempre llevaba a Brossbar con mi ropa verdadera, no la que siempre se debe traer para imitar a esas niñas de cabaret.
Me vi al espejo, cerrando la puerta detrás de mí y suspiré.
Estaba hecha un desastre, por completo. Mi cabello lucía como una desmedusada calabaza, y las ojeras comenzaban a ser un poco notables. Estaba tan pálida como un fantasma, a excepción de mis mejillas casi totalmente rojas.Después de que acepté la propuesta de Billie, en quedarme la noche anterior, mi boca prácticamente estaba exhausta de estar sobre la suya, aunque nunca era suficiente de ello. Siempre deseaba más de él y eso obtenía...
...Pero no pasaba nada más.No por él, definitivamente no por él, sino por mí.
A pesar de que estaba enamorada de Billie Joe, existía un miedo que aún no podía superar.
Digamos que lo que había sucedido con Josh hace seis meses, me había quedado como lección mayor.

ESTÁS LEYENDO
Interlude; She.
Fanfiction"El que haya dicho que el amor es complicado, se ha equivocado como la mierda. El amor es el simple jodido sentimiento correspondido por el otro, es ser feliz con eso. ¿Lo complicado? Nosotros, y nuestro maldito masoquismo de escoger a quien jamás...