Cerré la puerta detrás de mí, enviándole una mirada de disculpas a los presentes que observaban lo que había sucedido hace segundos en aquel estudio.
Me di la vuelta, detallando a un Billie Joe caminando por aquel pasillo, alejándose con rapidez. Apresuré el paso para seguirle.-Billie...
Estiré una de mis manos para tocar su hombro y encararlo, pero no fue necesario.
Antes de si quiera hacerlo, Billie había girado sobre sus talones, e impulsando su puño con fuerza, golpeó haciendo estruendo, la pared de aquel estrecho camino.
Di dos pasos hacia atrás por instinto, un poco asustada.-¡Joder, Hayley! ¿¡Cuándo mierdas ibas a decirme que ése imbécil está en tu banda!?
Tragué saliva, bajando mi vista hacia mis manos, mientras jugueteaba con mis dedos, nerviosa.
-Pensé...-dije con un hilo de voz-.. Pensé que ya te habías dado cuenta.
-¿¡Qué!? -sentí su mirada sobre la mía, pero no fui capaz de corresponderla- Maldición, ¿¡crees que si lo hubiese sabido habría estado tan tranquilo en estos jodidos días!? ¡Ni si quiera me había dado cuenta y tú tampoco lo habías mencionado, Hayley!
Escuché el mismo ruido contra la pared de nuevo, sólo que esta vez no tan fuerte. Di un respingo, bajando más la mirada.
-Lo lamento, sé que debí mencionarlo, es sólo... No se presentó nunca la oportunidad.
-¿Oportunidad? ¡Joder, Hayley, las malditas oportunidades no van a aparecer así de la nada! ¡Tú debes hacer que aparezcan!
Sentí el ardor comenzar a formarse en mis ojos, y los cerré con ansias para evitar que cayesen las gotas amenazantes de llanto.
-Billie, yo...
-Ya qué.
Dijo él al notar que quedaba sin palabras. Solté un bufido con pesar.
-Lo siento, lo siento, Billie.
Murmuré con voz quebrada, y creí detectar un suspiro pesado escapándose de sus labios. Lo vi relajar sus hombros, de reojo.
-Joder, preciosa, no...-Su voz esta vez fue suave, y sentí sus brazos envolverme. Oculté mi rostro entre su pecho, cerrando mis ojos- No, mierda... Sólo, la próxima vez dime todo lo que deba saber.
Asentí, inhalando el olor de su perfume, un poco más calmada.
-Lo lamento, en serio. No te enojes conmigo.
Dije, y éste tomó mi barbilla, para que nuestros ojos se cruzaran. Miré los suyos, sintiendo las ansias de perderme en aquel verde, crecer entre mi pecho.
-No puedo enojarme contigo, pelirroja. La última vez que lo hice, terminé odiándome a mí mismo.
Esbocé una ligera sonrisa, llevando una de mis manos hasta su mejilla.
-Gracias...-agregué a sus ojos- Por defenderme.
Él negó con su cabeza, tornando su semblante un tanto tenso de nuevo.
-Ese maldito no sabe con quién mierdas está hablando y de quién. Debe agradecer él, que estuviesen Paul y ése amigo tuyo para retenerme, o no sé qué hubiese ocurrido.
-Pero nada pasó...-Acaricié su cabellera oscura esta vez, buscando que no se alterada de nuevo. Sonreí- Y así está bien, Billie. Ya pasó, ¿vale? Todo, no lo quiero a él. Te quiero a ti, y por eso estoy contigo. Olvídalo a él, no significa nada.
Hablé, buscando que aquellas palabras quedaran en su mente.
Su pulgar acarició mi labio inferior, haciéndome delirar unos segundos.-Hayley...

ESTÁS LEYENDO
Interlude; She.
Fanfiction"El que haya dicho que el amor es complicado, se ha equivocado como la mierda. El amor es el simple jodido sentimiento correspondido por el otro, es ser feliz con eso. ¿Lo complicado? Nosotros, y nuestro maldito masoquismo de escoger a quien jamás...