Cierro la puerta del auto de un sólo golpe y finjo una sonrisa a los presentes dentro del móvil, encogiéndome levemente de hombros.
Ahí estaban Josh, Zac y Jeremy sonriendo y carcajeándose como idiotas mientras suena en el reproductor una pequeña muestra de nuestro trabajo en el que ya comenzamos; All We Know Is Falling.
Y vaya que trabajábamos en él. Ya llevábamos varios días enteros en el estudio terminando de grabar algunos temas y sencillos, que tomaban cierto tiempo y descanso. Incluso el incluir las ideas para la portada nos estaba costando demasiadas discusiones y desacuerdos que estaban volviéndome completamente loca. Yo simplemente sólo decía una y otra vez que nos relajáramos con eso, después de todo, la imagen vendría de la nada y ya tendríamos el álbum completo.
Pero la disquera seguía exigiendo una idea lo antes posible o ellos mismos harían una simple y vil copia del White Album, con una pálida hoja de papel blanca y nuestro logo oficial... Al cual por cierto, estoy segura que terminaría cambiando como a mi cabello.-¡Vamos, Hayls! ¿De veras debes quedarte?
Escucho la voz de Jeremy quebrarse levemente y no puedo evitar soltar una pequeña risa, ante su grado de dificultad al buscar pronunciar bien las palabras. La botella de alcohol en las manos de cada uno de ellos me indicaba que no debía sorprenderme de nada.
Niego con mi cabeza, sonriendo con ligereza.-Debo hacerlo, Davis. Quizás en otra ocasión.
Zac hace un leve puchero a sus espaldas, en el asiento detrás y como un niño se apresura a hablar, atropellando un poco cada sílaba.
-Pero Hayley, es el lanzamiento de nuestro primer álbum. ¡Va a ser el mes que viene! ¡Tenemos que celebrar!
Muerdo mi labio inferior ante sus palabras y oculto mis manos entre los bolsillos de mi abrigo, bajando mi mirada un momento a mi calzado, y luego a él.
Sí, tenía razón. ¿Todas esos raros sonidos que salieron de su ebria boca? Eran ciertos.
Paramore hoy había sido testigo de su exitoso comienzo, anunciándonos en una reunión con Paul Gill, cómo nuestro primer disco sería llevado al público del mundo finalmente, abriendo sus puertas a cada quien que desease unirse a nuestro caos, en Septiembre.
Yo simplemente no podía creerlo, estaba atónita y aún podía notar mis dedos temblorosos. Aquello simplemente era lo que necesitábamos, y tanto deseábamos.
Parecía irreal, aunque algo dentro de mí podía sentirlo, muy en el fondo, que debía ser así. Y así sería.Dejo escapar una sonrisa ante la emoción de aquel trío tratando de convencerme para que me quedase, pero entonces capto una voz nueva, pero totalmente familiar al fondo de dicho automóvil, proveniente de una persona que me conocía mejor que mí misma... Incluso lo que debería desconocer.
-No, chicos. Ella realmente necesita quedarse. Hayls tiene muchos asuntos que resolver. Ya luego se podrá.
Taylor murmura aquello prácticamente cohibido en el espaldar de su asiento y me observa con seriedad, devolviéndome el conocimiento del motivo por el cual me encontraba pisando las asfaltdas calles de Nueva York, invadiendo propiedad privada, con sólo cinco dólares en mi bolsillo.
Asiento, suspirando pesadamente y bajando mi vista un tanto apenada.
-Sí, rulos tiene razón. Vayan y disfruten sin mí. Los alcanzo luego.
Atajo con mis dientes parte de mi mejilla interior y trato de sostenerle la mirada a mi mejor amigo.
-¿En serio, Hayls? ¿Segura?
Jeremy entrecierra sus ojos unos segundos, suavizando el tono en su voz y sonrío sin ganas, llevando mis ojos a los de cada uno de ellos.
-Sí, segura. Gracias por todo chicos, nos vemos luego.

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Interlude; She.
Fanfiction"El que haya dicho que el amor es complicado, se ha equivocado como la mierda. El amor es el simple jodido sentimiento correspondido por el otro, es ser feliz con eso. ¿Lo complicado? Nosotros, y nuestro maldito masoquismo de escoger a quien jamás...