MARINETTE
SEIS MESES DESPUÉS
ENTRADA DEL BLOG
¡Oh, Nueva York! ¡Nueva York! ¡Nueva York!
Me he vuelto a enamorar locamente de ti otra vez. Te echo de menos cuando estoy lejos unos días, y cada vez que veo desde el avión el horizonte de Manhattan, sé que es aquí a donde pertenezco.
Los fines de semana, desde el ático del Madison, en Park Avenue, veo cómo flotan sobre el río Hudson todas las esperanzas y sueños de la gente. Incluso me sorprende el éxito que sale a raudales de las ventanas abiertas de Wall Street. Pero esta vez no tengo que preguntarme si alcanzaré mi propio éxito.
Ya tengo todo lo que quería.
Ojalá pudiera poner en palabras cómo han volado —literalmente— los últimos seis meses, cómo cada momento se ha unido a la perfección al anterior para conducirme aquí, pero solo dispongo de unos minutos para escribir este post.
Estoy sentada en la terraza de una librería, preparándome para la firma final de la gira, contando con impaciencia los minutos que faltan para volver a verlo. Desde que nos encontramos en esa fiesta de la terraza, mi vida y la suya se han entrelazado sin esfuerzo, y no quiero estar alejada de él.
Estoy enamoradísima de él y, aunque intenta actuar como si no supiera de qué estoy hablando, siempre dice: «Joder..., te amo, Marinette», cuando me duermo entre sus brazos.
Sí, todavía discutimos de vez en cuando, y sí, en cada una de esas discusiones termina follándome contra la estantería, en la ducha o en la cama... y a veces, incluso cuando necesitamos discutir sobre algo, ni siquiera nos molestamos. Pasamos directamente a nuestra mejor parte: el sexo.
Dudo mucho que nuestro amor sea perfecto, o que se vuelva menos caótico con el paso de los años, pero así es lo nuestro, y no me gustaría que fuera de otra manera.
Quiero que seamos nosotros hasta el final.
Solo nosotros.
Hasta pronto.
**Ladybug **
7 comentarios:
ChatNoir: Juraría que estuvimos de acuerdo en que no ibas a comenzar otro blog privado como Ladybug.
Ladybug: No, en lo que estuvimos de acuerdo fue en que nunca convertiría mi nuevo blog en un libro. (¿¿Cómo has dado con este??). ¿De verdad estás pidiéndole a un escritor que no escriba más?
ChatNoir: Un escritor que no escriba leería mucho más, pero no le pediría nunca que dejara de escribir. (Has dejado el portátil abierto y solo es necesario un par de interrogaciones). Solo te pido que no escribas más sobre nosotros. Ahora que ya lo has hecho y soy tu único seguidor, desactiva este puto blog o verás.
Ladybug: ¿Veré? ¿Qué veré, Adrien?
ChatNoir: No creo que quieras que escriba mi propia versión de Turbulencias 2. Creo que mi versión sería más correcta gramaticalmente y mucho más veraz.
Dupain-ChengG: No te atreverías...
ChatNoir: Ponme a prueba...
**Ladybug... Fuera**
**BLOG DESACTIVADO**
ESTÁS LEYENDO
Eres mi Anomalía
Random¿Cuántas veces me vas a hacer arder? Tres, cuatro, cinco, quizá diez... ¿Soy yo quien te hace arder a ti? Sí, esto tiene que terminar. Si eres tú quien se aleja primero, seguiré tu ejemplo. Ya te lo he dicho antes y, sin embargo, nunca me marcho... ...