Capítulo 12

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Dentro de mí huracán.

Layla.

Witko me da la bienvenida y me bajo del auto entrando a casa.

–Te extrañé pequeña. —mi madre me abraza cuando abro la puerta.

–No creí que vendrías tan pronto.

–Es que terminé antes.

Nos ponemos al día me felicita por milésima vez y me recalca que está orgullosa de mi.

Tomo una ducha y duermo unas horas, tengo el cuerpo adolorido y a Daniel metido en lo más profundo de mi mente, me voy a volver loca.

Ian me escribe cientos de mensajes y prefiero apagar el móvil no tengo ánimos para salir.

Amanda llega en la tarde llenándome de preguntas sobre lo que pasó en Cancún..

–Cuentame como estuvo.

Se sienta en mi cama entusiasmada.

–Todo bien.

–¿Segura? ¿Hay algo que te preocupe?

–Me acosté con Daniel cinco veces. —suspiro y Amanda salta...

–¿Que? Cuenta eso, ¿Son novios?.

–No Am, solo hemos follado.

–Pero quita esa cara, ese semental está digno de más de mil polvos. —confiesa.

–Am que es el novio de Clara..

–¿De la rubia desteñida prima de Claudia?

Su pregunta me hace reír.

–Pues si.

–Nena ¿y eso que? —rueda los ojos –La odiamos y no es nuestra amiga ni nada.

–Si Am, pero es la prima de Claudia, ¿Te imaginas cómo se pondrá cuando se entere?

–Lay no puedes estar pensando en los demás, Claudia es nuestra mejor amiga pero ella es feliz, ¿Y tu que? Piensa un poco en ti.

–Tienes razón pero es que...

–Es que nada Layla, no puedes poner a los demás por encima de ti y si él quiere sexo y a ti te gusta pues eso dale o si no pues simplemente olvídalo pero no te tortures por los demás.

En cierto punto tiene razón, yo lo conocí antes, el no tenía a nadie, yo no tengo culpa de que ella halla llegado en el momento inapropiado.

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El claxon de un auto me hace mirar por el espejo, es Ian que viene detrás de mí, me hace señas para que me detenga, aparco a una esquina de la calle.

–Ya ni siquiera te veo, ¿Pasa algo?

Se me acerca dándome un abrazo y un beso en la frente.

–Lo siento Ian, pero es que me fui con Claudia para Cancún y llegué hace unos días.

–Lo entiendo, ¿Cuando podemos quedar?

Me quedo pensativa, la verdad se lo debo, el se ha portado muy bien conmigo.

–Cuando salga de la academia te llamo y quedamos.

–De acuerdo, pero me llamás en serio.

Asiento y me subo al auto siguiendo a la Academia.

Llego y me cambio formando en el campo con mis compañeros, hago la rutina de todos los días que consiste en trotar, pasar por la pista de obstáculos y practicar tiro al blanco.

Placer Y Obsesión (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora