Capítulo 48

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Entre la oscuridad y las sombras.

Layla.

Camino con cajas de papeles por todo el pasillo de la Academia para desecharlas, el lugar está tranquilo gracias a que Daniel y Esteban están en un operativo junto al FBI y la policía local.

Dejo caer las cajas en una banca evocando la noche de ayer, como caí una vez más en sus garras, engañé a Ian, le tomé el pelo, el no se merece esto, pero estoy en un punto donde no se lo que está mal y lo que es correcto.

Me deshago de las cajas y subo a mi oficina, no puedo evitar tener intranquilidad debido a que mis compañeros y Daniel andan en un operativo por un posible ataque terrorista por parte de los hombres de Demir Taslan.

Me paso las manos por la cara en frustración, quisiera llamar a Adrik y preguntarle cómo está todo, si Daniel se encuentra bien, si les falta mucho, si necesitan refuerzo, pero no puedo hacer eso, no puedo distraerlos de su trabajo si no quiero que mueran.

–Todos alerta que es posible que necesiten refuerzos.—informa Lanz en la puerta.

–Entendido.

Respondemos al unísono arreglandonos por si tenemos que salir, el tiempo pasa lento y torturosamente, camino de un lado a otro con el corazón en la garganta.

–Layla siéntate, pareces una loca. —me reclama Elena y la ignoro caminando hacia la puerta.

Lanz entra alzando una mano.

–Preparen armas, vallan al bloque trece allí estarán las camionetas que los llevarán a la misión, sus compañeros necesitan refuerzos han caído muchos en batalla.

El corazón se me comprime mientras corro a los casilleros tomando el chaleco antibalas, ajusto mi camisa camuflada  y anudo bien mis botas, voy a por mi armamento y troto hasta el bloque trece.

–Pelotón elite listo.

Anuncio llegando a Lanz.

–Listo, a las camionetas.

Subimos y el vehículo se pone en marcha, rebasamos los autos de la autopista, las ruedas rechinan en cada curva, en pocos minutos estamos en el edificio residencial que se tomaron los hombres de Demir.

Bajamos de las camionetas avanzando  hacia los demás camaradas, hay humo, sangre, escombros y desastre por todos lados, las bombas de humo se hacen con el lugar al igual que el zumbido de las balas.

Nos detenemos al lado de Caroline y Raiko, hay ambulancias y patrullas de policías, al igual que las camionetas negras del FBI.

–¡Deben rendirse, están rodeados, salgan con las manos en alto! —un oficial vocifera con un megáfono.

–¡Si no salen morirán, no hay escapatoria! —habla otro más y Lanz camina hacia ellos.

–Ya está bien, con esa gente no se puede razonar, hay que bombardearle el culo. —la voz de Lanz se escucha firme y retadora.

–Hay muchas personas dentro, morirán. —explica el oficial.

–Van a morir si no entramos y acabamos con esto.

–Han muerto muchos soldados ya.

–Dejeme encargarme, la élite está conmigo. —Lanz nos señala y el hombre asiente.

Busco a Daniel con la mirada pero no lo encuentro, supongo que debe estar dentro del caos que hay en el edificio, personas gritando, sangre en las ventanas de cristal, humo saliendo por todas partes, solo le rezo a Dios que este bien junto a mis compañeros.

Placer Y Obsesión (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora