Capítulo 28

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Inglaterra.

Toni Gambino.

El sol resplandece en el lago de atrás de la casa de refugio. Llevo días aquí después de la muerte de mi hermano.

–Señor la Señorita Amisha a llegado. —me avisa Owen uno de mis escoltas.

–Que pase.

Ordeno y me acomodo encendiendo un puro. Mi hermana menor entra con un vaquero negro, unas botas y una blusa de mangas, la pistola se le asoma en el pantalón, me recargo en el asiento.

Es alta, esbelta de ojos rasgados y labios gruesos y rosados,es una mujer hermosa y peligrosa, después de Alejandro ella es el orgullo más grande de mi padre.

–Hermanito, tenía ganas de verte.

–Dime lo que has averiguado.

–Sin rodeos, tal parece que no te alegras de verme. —se recuesta a la pared sacando un sobre.

–Sabes que no me gusta mezclar lo sentimental con lo laboral.

Tomo el sobre que me pasa y saco los papeles y las fotos, la primera foto que me encuentro es la de una mujer vestida de negro, tiene el cabello negro hasta la cintura y los ojos claros, los labios son anchos y rojos, es de tez blanca y cuerpo atlético.

Paso la yema de los dedos sobre la foto y paso saliva al sentir la dureza que se me ha formado en el pantalón, es toda una Diosa.

–Ella es Layla Lombardi tiene veintidós años y fue la puta que mató a Alejandro. —habla Amisha y me tenso.

–Una Diosa hija de puta. —susurro.

Leo su expediente, es francotiradora, estudiante de medicina, especialista en lenguas extranjeras y estuvo en una escuela de baile durante dos años, vive con su madre en una pequeña casa en Witko y...

–Falta una parte aquí. —alzo ambas cejas.

–Te quería dar esa respuesta yo misma. ¿Adivina de quien es nieta la putita? —el rostro de Amisha se contrae. –Es la nieta del gran Artemis Lombardi Rinaldo.

Todos los músculos se me tensan y aprieto los papeles, ese maldito viejo que mató a casi todo nuestro clan hace algunos años.

Observo las demás fotos y no me interesan los demás malditos, también acabaré con ellos pero por el momento me interesa la putita que mató a mi hermano.

–Supongo que acabarás con toda esa gente y con la familia de la puta. —indaga Amisha.

–Ese es mi asunto. —dejo los papeles sobre la mesa.

–No hermanito, no es tu asunto, es nuestro asunto porque te recuerdo que Alejandro Gambino era nuestro hermano, no tu hermano solamente.

Respiro hondo ante su falta de respeto hacia mí, tras la muerte de Alejandro yo pasé a ser su sustituto y en nuestra familia el respeto es algo fundamental aunque llevemos la misma sangre.

–Por si te sirve de algo al parecer tiene una relación a escondidas con el actual presidente de la Academia Pembrook, Daniel Frost, ya sabes quién es ese maldito, el está comprometido con Clara Lions pero aún así tiene un amorío con Layla.

–Esto se pone interesante.

Susurro ideando como haré para tener a ese putita en mi poder.

–Me pondré en contacto para darle de baja a esa zorra. —comenta Amisha con los dientes apretados.

–Ni se te ocurra, la quiero viva y yo soy el que se va a encargar de ella.

–Veamos que dice papá. —me reta y me yergo.

–Papá no sabrá nada de esto, ¿Quedó claro? —no me responde ni me mira. –¿¡Quedó claro!? —alzo la voz y asiente.

Aunque sea mi hermana y la favorita de papá sabe muy bien que no se puede poner a llevarme la contraria porque aquí quién manda después de mi padre soy yo. Nada me cuesta hacerla picadillo y dársela de comer a los buitres que tengo en el sótano.

Mi padre es consiente de que no puede cederle el puesto a Amisha porque ella es demasiado impulsiva y acabará aplastada por los clanes de Rusia y China cuando mi padre falte, en la Mafia no se ve bien a una mujer con poder, no se le respeta dado que las mujeres están para servirnos a nosotros y no para mandarnos.

Crysta entra con una bandeja y tazas de té negro, los deja sobre la mesa, trae un vestido azul señido y el cabello color fuego le ondea con la brisa que entra por la ventana.

Crysta está en nuestro clan desde que nació, pertenece a la familia Garrido, son una familia popular por tener una empresa de investigación. Crysta es la segunda hija de los dueños de la empresa, ella y su hermana gemela fueron separadas por mi padre que la secuestró en el hospital.

Fue entrenada por los más sanguinarios de nuestro clan y es una de las mejores asesinas que trabajan para nosotros.

–Amisha. —saluda a mi hermana con entusiasmo.

–Crysta. —se dan dos besos. –Estaré en el despacho de papá por si me necesitas.

Amisha se despide dejandome solo con la mujer que me devora con la mirada.

–¿Ya tienes información sobre ella? —me quita el puro llevándolo a sus labios.

–Ya ves.

Señalo los papeles y les da una rápida ojeada apretando la foto de la mujer de cabello negro como la noche, se la quito con cuidado de no romperla y relaja el rostro cuando le coloco una mano en el muslo.

–La mataremos, ¿Cierto? —niego y alza ambas cejas.

–Haremos las cosas a mi modo y mas te vale que no me cabrees.

–Sabes que siempre he seguido tus órdenes.

Comenta y no es menos cierto, si hay algo de lo que puedo estar orgulloso que sea mi mujer es que siempre ha acatado cada orden sin refutar, no puedo quejarme por esa parte.

–¿Quieres que lo hagamos frente al lago? Siempre te ha gustado que vean cómo me follas salvaje.

–Ahora no Crysta.

No niego que la idea no está mal, me encanta que otros observen como devoro lo que muchos quisieran tener en su cama pero no pueden.

Pero ahora estoy concentrado en otras cosas mucho más importantes que follar con la mujer que siempre tengo a mi disposición.

–Puedes irte. —demando.

–Si me necesitas llámame.

Sale lanzándome un beso que ignoro por estar observando a la puta que hizo caer a mi hermano de un tercer piso, la misma puta que puso su vida en riesgo solo por acabar con otro más de mi clan.

Aunque su viejo abuelo se halla retirado eso viene en la sangre, la sed de acabar con mi clan y mi gente no deja pasar nada por alto aunque hallan pasado décadas, hace años venimos siguiendo al viejo pero no encontrábamos nada de su familia.

Y mira ahora, la vida es una caja de sorpresas, sin querer encontrar a la putita Lombardi pues encontré a la asesina de mi hermano y a la heredera de el clan Garrido.

La suerte está de mi lado y voy a saber aprovecharla.

Placer Y Obsesión (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora