Placer Y Obsesión (Libro 1)

Capítulo 39

Sueños.

Layla.

Hay veces en la vida donde soñamos con un novio espectacular, que te ame como a nadie más, que te mime, la boda perfecta, junto a un novio de ensueños.

Llevo años soñando que entro a la iglesia vestida de blanco de la mano de mi novio ideal, mientras mis padres me observan orgullosos.

Miles de sueños imaginando cómo sería el gran día donde me pedirían matrimonio, las emociones, como se sentiría que la persona que amas y te ama te quiera tener a su lado para siempre, ese momento a llegado y a superado todas mis expectativas.

Tomo aire observando la cara de mis padres, la emoción, la alegría, el orgullo plasmado en sus ojos, el pecho se me comprime y los ojos se me nublan.

Miro a Ian con una pequeña sonrisa y me estremezco.

Por mi, por mis padres, por mi orgullo y porque merezco ser amada.

–Acepto. —pronuncio despacio.

La cara de Ian se ilumina deslizando el anillo en mi dedo anular, encaja perfectamente.

–Te amo pequeña.

Me envuelve en sus brazos y dejo escapar varias lágrimas que debido al momento nadie pensará que son de dolor de que no sea el hombre que amo quien me este pidiendo que sea su esposa.

–No quiero que pienses que este anillo te ata a mi, tampoco que es un compromiso para que seas mi esposa rápidamente, este anillo solo significa que eres mi prometida la que será mi esposa si el tiempo lo determina y cuando los dos lo decidamos, ¿De acuerdo?

Asiento levemente observando el anillo en mi delgado dedo.

–La futura señora Marceli, bienvenida a la familia. —la madre de Ian me envuelve en sus brazos.

–Gracias.

Brindamos por el momento especial y me voy al centro de la terraza, Ian me pasa las manos por la espalda colocándolas en mi espalda baja.

–Dime por favor que no hice mal, no quiero presionarte.

–Para nada, me encantó, fue lo más lindo que han echo por mí.

–Te amo.

Sella nuestros labios en un beso tierno mientras bailamos una balada que me pone sentimental.

Mis padres bailan a nuestro lado y a cada nada me felicitan por mi compromiso.

La noche termina bien y nos despedimos, quiero pasar tiempo con mi padre.

Ian me acompaña a la salida y me abraza sin intenciones de soltarme jamás, por mi parte correspondo al abrazo impregnandome de su olor.

–No olvides nunca que te quiero mucho. —susurra.

–Yo también te quiero.

Subo al auto de mi padre iendome a casa, cuando llego Amanda aún está aquí, se quedará a dormir conmigo.

–Hola hola, cuéntame cómo estuvo esa cena. —se emociona saltando en mi cama.

–Bien.

Me quito los tacones sentandome en la cama Ami se queda observando mis movimientos y toma mi mano determinando el anillo en mi dedo.

–¿Y esto?

–Ah, me comprometí con Ian hoy, la supuesta cena de mamá era una trampa y...

–¿Es en serio? —se levanta de la cama molesta. –Layla estás enamorada de otro.