Misión rescate.
Layla.
La Academia de Rusia nos recibe abriendo sus grandes puertas, son las diez de la mañana, el avión se retrasó, hace dos horas que debíamos estar aquí.
–Bienvenidos. —un hombre delgado, rubio y de cejas espesas nos recibe.
–Chicos. —Cameron viene a nuestro encuentro, es nuestra fuente desde aquí.
–Pero miren que marica a llegado a ascender en la academia Pembrook. —habla Adrik a mi espalda.
–Aprendí contigo, por eso soy lo que soy.
Se abrazan contándose novedades y yo camino con Elena por la Academia.
–Chicos en la noche será la operación rescate, espero que estén preparados, Layla y Adriana ustedes saben cómo moverse en el mundo de las prostitutas. —dice Cameron.
–¡Oye! —me quejo.
–Hey que lo digo por el buen entrenamiento que tienen las dos, no por gusto son unas de las mejores —se escusa y le doy un golpe en el hombro.
–Necesitamos a Alejandro Gambino, es el talón de Aquiles de Antonio Gambino, es su hijo mayor y futuro heredero, con el en nuestro campo tendremos fácil acceso a los Gambinos. —informa Lanz.
–¿Nosotras esperaremos en el casino hasta que el de la orden de que quiere dos damas de compañía? —pregunto.
–No, ustedes estarán en el hotel esperando su llegada, quienes lo iban a acompañar fueron reemplazadas a cambio de no ir a la cárcel.
–¿Tenemos que acostarnos con el? —pregunta Adriana sonriendo al ver la foto de Alejandro.
Es alto, apuesto, de ojos rasgados y azules, el cabello es rubio y le cae a mitad de espalda, los brazos músculosos lo hacen ver robusto y a pesar de tener una apariencia tan siniestra no se puede negar que es sexy y más con ese puro en la mano.
–No, no tienen que hacerlo, solo es entretenerlo y llevarlo al casino hasta que la operación rescate se ejecute, ¿todo claro?—pregunta Lanz.
–Si señor. —respondemos todos
Terminada la reunión me voy a la habitación, estoy cansada y con la cabeza echa un lío, no puedo dejar que lo emocional me afecte en esta misión tan importante para mí y mis compañeros.
Me acuesto en la cama intentando conciliar el sueño pero no puedo, Daniel viene a mi cabeza una y otra vez.
Nosotros en el bar, en mi casa, la primera vez que nos acostamos, en Cancún, en su auto..... Daniel riendo conmigo en la playa mientras me alzaba en brazos...
Son momento que no puedo olvidar por más que quiera. En tan poco tiempo me ha marcado de una forma irrelevante.
Estoy irritada, el querer dormir y no poder lo empeora más, sumándole el querer ver a Daniel, sé que hice bien al alejarme de el, pero eso no quita que lo siga deseando.
Cierro los ojos con lágrimas que amenazan con salir y aprieto mi playera, «Tienes que olvidarlo» me digo intentando dormir.
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Despierto peor de lo que estaba, la cabeza se me quiere estallar, tengo un montón de llamadas perdidas de mamá y le dejo un mensaje comentándole lo de la misión, sé que no se lo tomará bien pero bueno.
Tocan mi puerta y abro, hay dos mujeres con maletines, las dejo pasar y me mandan a bañarme y quedarme en ropa interior.
Me coloco unas bragas finas y sin sostén, me meten dentro de un vestido fino que se me ajusta al cuerpo, es rojo «Mi color favorito» hasta medio muslo, de una sola manga caída.
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Placer Y Obsesión (Libro 1)
AléatoireLayla se traslada de Hawaii a Witko finalizada sus vacaciones con sus mejores amigas prácticamente sus hermanas. En su incorporación al trabajo en la Academia Pembrook, una Academia que recluta y prepara soldados para la disposición del FBI y la CIA...