Fiesta de Disfraces.
Daniel.
Admiro a Layla como la mejor obra de arte, está acostada de medio lado entre mis sábanas blancas, su cuerpo desnudo se mezcla con el color de las sábanas.
El cabello azabache resalta entre tanta palidez, respira lento y de vez en cuando se mueve un poco.
Entiendo a Adrik y a los demás por estar perdidos por ella, es que no es para menos, pero no todos tenemos la misma suerte.
Mientras ellos mueren detrás de la Ninfa de piel suave y cabellos de seda yo me doy un banquete con todo su cuerpo, probando hasta el más exquisito néctar que me ofrece su coño cada que rozo su piel.
Caigo en cuenta que me he quedado embobado mirándola, no se que mierda estoy haciendo, se supone que solo seríamos algo de una noche, o eso pensé la primera vez que cogimos, luego vino otra vez y otra vez más y lo dejé en sexo esporádico.
Pero se ha convertido en algo tóxico, lleno de celos, salidas juntos, baños, tener que aguantarla a las cinco de la mañana, borracha y vomitando.
No se ni porque aguanto esto, carezco de paciencia y no es que Layla ayude a mantenerla, por el contrario, acaba con ella en menos de nada.
Aparto la mirada saliendo del embelesamiento que provoca tan solo observar un mechón de su cabello.
Salgo al mini bar y me sirvo un trago de whisky, mi madre se fue y la empleada también, por suerte Clara no estará jodiendo porque le dije que me iría a un viaje de negocios hasta el lunes.
Mi celular vibra en lo que me preparo algo para comer, lo reviso y es una invitación a una gala en Britko, una fiesta de ¿¡Disfraces!? Es decir, una fiesta de disfraces de alta clase, menuda perdida de tiempo.
–¿Y esa cara? —pregunta Layla.
Está recostada a la puerta de la cocina con una toalla alrededor de su cuerpo, el cabello a un solo lado que le cae hasta el vientre, está descalza y aún acabada de despertar se ve espectacularmente apetecible y sexy.
–Nada, una invitación que me enviaron para una gala, es un baile de....
–¡Quiero ir!
Se emociona saltando provocando que se le ruede la toalla que recoge no sin antes dejarme observar bien los perfectos pechos que tanto me gustan.
–Es una estupidez, irás sola porque no pienso perder mi tiempo.
Me dejo caer en un sillón y me sigue gimoteando.
–Se que no habrá manera de convencerte así que mejor lo olvidamos.
Finge un puchero y se va al baño a cepillarse los dientes, mis ojos se van con ella pegados en el trasero de infarto que tiene, me molesta que me guste todo de ella hasta tal punto de no poder encontrarle ni un solo defecto.
–¿Sigues molesto? —pregunta secándose la boca y tomando asiento frente a mi.
–Un poco, no entiendo el porqué actuaste así.
–Estaba ebria. —se encoje de hombros.
–Ebria y loca, agrediste a una de mis invitadas, casi la matas.
Suelta una pequeña risa con un leve fruncimiento de cejas como si no comprendiera pero le causara gracia lo que digo.
Toma el móvil y se queda mirándolo por unos minutos, cada vez me asusta más, un día actúa como loca endemoniada y al otro como desequilibrada mental.
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Placer Y Obsesión (Libro 1)
AléatoireLayla se traslada de Hawaii a Witko finalizada sus vacaciones con sus mejores amigas prácticamente sus hermanas. En su incorporación al trabajo en la Academia Pembrook, una Academia que recluta y prepara soldados para la disposición del FBI y la CIA...