Déjame alcanzarte.
Daniel.
Me peino el pelo con las manos mientras observo el holograma y veo las coordenadas que me trajo Adrik.
–Los Gambinos siguen de duelo por la muerte de Alejandro y juraron vengar la muerte de el hijo de puta ese. —dice Adrik a mi lado.
–Que vengan a vengarse que yo los estaré esperando con ansías.
–Así se habla hermano.
–Necesitamos estar atentos, no sabemos que harán con el armamento que compraron, son armas potentes y pueden estar pensando en cometer un ataque terrorista.
–Todos estamos atentos, Layla no ha dejado de estar pendiente de todos sus movimientos, pero son ágiles.
–¿Como están las personas rescatadas? —se me había olvidado ese tema.
–Todos bien, lástima que solo pudimos rescatar a noventa y ocho, entre ellos diez niños.
–Son unos malditos, tenemos que acabar con ellos antes de que quieran acabar con nosotros. —estampo el puño en la mesa con frustración.
–Calma Daniel todo se va a dar tal cual lo planifiquemos.
Anastasia entra a mi oficina dándome un informe que mandó Layla, me pregunto el porque no viene ella misma a entregarlo.
Ojeo el papel y son las desapariciones en Rusia e indonesia, alrededor de treinta personas desaparecidas, una vez más entre mujeres, niños y ancianos. Esto ya se me va de las manos...
–Convoca una reunión ahora mismo. —le ordeno a Adrik.
–Enseguida.
Sale disparado de mi oficina y yo me encamino a la sala de reuniones, ya esto es demasiado, se supone que la policía y nosotros estamos para evitar esto, por eso entrenamos desde niños para estar capacitados, pero esos malditos me están viendo la puta cara.
Me comunico con el jefe de policía, los detectives privados y con la CIA, ellos tienen que estar al tanto de todo.
Muevo gente a Indonesia, Rusia por ahora no la podemos pisar por el incidente de la última misión.
El día se me va en eso y cuando me doy cuenta son las dos de la tarde y tengo un nudo en el estómago.
–Permiso. —llega Elena con una carpeta.
–Necesito de tu estrategia y habilidad para mover hilos y encontrar donde se encuentran las personas secuestradas y exactamente cuántos quedan con vida y cuántos moribundos. —informo sin apartar la vista del holograma que me muestra la fábrica donde fueron secuestrados diez obreras.
–Como ordene.
–Algo más, quiero las coordenadas exactas de dónde se encuentran y si es posible en qué tipo de vehículo se están haciendo los secuestros, eso es todo.
–Permiso.
Sale de la oficina y la cabeza me quiere estallar. No he descansado nada desde esta mañana y lo empeora el no ver a Layla por ninguna parte.
Salgo de la sala habiendo puesto todo el plan en marcha, muero por un trago fuerte que me despierte las neuronas.
En el pasillo no encuentro a nadie, todos están ocupados con lo que demande, tenemos que ponernos alerta si no queremos que nos den de baja.
Salgo al jardín en busca de mi deportivo, mi dolor de cabeza empeora al ver a la mujer vestida de azul celeste y sombrero, los tacones la hacen ver un poco más alta, los rizos le caen a ambos lados de la cara, se quita los lentes cuando me ve.
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Placer Y Obsesión (Libro 1)
RandomLayla se traslada de Hawaii a Witko finalizada sus vacaciones con sus mejores amigas prácticamente sus hermanas. En su incorporación al trabajo en la Academia Pembrook, una Academia que recluta y prepara soldados para la disposición del FBI y la CIA...