Capitulo 4

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Detengo el Maserati tras la línea de salida y Marcus se acerca para indicarme la ruta. Estas personas están verdaderamente locas. Básicamente hay que rodear el vecindario pasando por una calle principal para retornar a este mismo lugar.

-¿Entendiste?-. Pregunta Mike y asiento mirando al frente. -Ten-. Su gran mano entra en mi campo de visión y me doy cuenta que me está entregando una radio. Lo miro con una ceja levantada. -Para que estemos en contacto, es precaución-.

Eso no suena descabellado ya que estas carreras son ilegales y yo misma cuando corría antes tuve que escapar varias veces de la policía que intervenía de vez en cuando, alertada por algún residente del lugar.

-Ok-. Recibo la radio y la pongo sobre el asiento del copiloto. -¿Alguna regla?-.

-Si-. Esta vez si lo miro inquieta. -La única regla es que no hay reglas-. Ambos sonreímos. Quizá, si mi cuello no estuviera en juego, Mike y yo pudiéramos ser amigos.

Él se retira y subo la ventanilla. El momento ha llegado.

<<Respira profundo. Ojos en la carretera. Acelerador a fondo>>. Me recuerdo.

Mike se pone delante de la línea de partida. Tiene un arma en su mano. Definitivamente ellos están locos. El Acura acelera haciendo sonar su motor y lo imito. Cuando el brazo de Mike se eleva, se que va a dar la señal de salida y me preparo mentalmente porque de un buen arranque depende gran parte de la carrera. El "bang" del disparo va directo a mi pie derecho y el indicador de velocidad y revoluciones en el tablero empieza a subir.

Arrancamos muy parejos, pero no quito mis ojos de la carretera.

Siento el shot de adrenalina corriendo por mi sistema. Puedo escuchar el "pum...... pum..... pum...pum..pum. pum" de mis latidos cardiacos llegando al límite tras mis orejas. Mi parpadeo se hace cada vez más lento al igual que mi respiración profunda.

El Acura intenta rebasarme, pero con un rápido y coordinado movimiento de mano-pie logro igualarme, así nos enzarzamos en un baile en el que uno adelanta un palmo y el otro lo alcanza. Desde ya puedo ver que se va a definir por quien esquiva mejor los demás autos en la avenida y el empuje final con la nitro.

Pero entonces lo más inesperado y loco sucede, cambiando por completo el curso de las cosas, y de mi vida.

Algo salta frente a nosotros. Algo no, la velocidad a la que iba no me permitió verlo bien pero estoy casi segura que fue un perro enorme. El animal se puso frente el Acura y por puro instinto me desvié para esquivarlo, disminuyendo la velocidad considerablemente al mismo tiempo que miro por el retrovisor para ver la escena mas aterradora que pude haber presenciado en mi vida. El Acura impacta al animal con todo su peso y, a la velocidad que traía, el impacto lanza al animal por los aires varios metros hasta que cae sobre el asfalto arrastrándose otro poco. Dominic pierde el control del auto y el impacto hace que el Acura se vuelque y ruede varias veces hasta quedar completamente destruido y con las ruedas mirando el cielo.

No se ni cuando me detuve y en que momento mi mano cubrió mi boca.

Meto reversa y, mirando por el parabrisas trasero, me acerco lo más que puedo al vehículo hecho trizas. Lo que me encuentro ahí es mucho peor de lo que imagine. Dominic está tendido sobre la carretera unos metros delante de lo que queda del Acura. ¿El maldito estaba corriendo sin arnés?. ¿Acaso está demente?.

Actúo por mero instinto y tomo el radio antes de bajar del Maserati para correr hacia donde está Dominic, que esta tendido de cara sobre el asfalto. Tiene la chaqueta hecha jirones y hay una gran mancha de sangre sobre su rodilla izquierda, donde un trozo de metal está incrustado en su carne.

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