Capitulo 22

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-¿Porque te fuiste a sentar con otras personas?-. Me reclama Sheyla antes de pasarme de nuevo la pistola con munición de goma. -No me parece que le cedas tu lugar a la fastidiosa esa-.

Tomo el arma de su mano y me dispongo a disparar. Supuestamente vamos a aprender también a manejar la ballesta y las dagas pero cuando domine un poco el tema de la puntería con esta arma "no letal".

-Yo no tengo un lugar aquí Sheyla-. Respondo sin mirarla. -Mi lugar esta allá afuera, con los humanos, en mi taller-. Se que sueno borde, pero así me siento.

Sheyla masculla algo que no logro entender bien porque ya estoy disparando, pero entre disparos alcanzo a escuchar dos palabras "verdad" y "comprender". No se a que se refiere y tampoco pienso averiguarlo.

Al final de la mañana mi puntería ha mejorado lo suficiente y tengo la tarde libre porque Sheyla debe "cumplir con sus obligaciones" sea lo que sea que eso signifique.

Decido no ir a almorzar porque no quiero pasar otro mal rato y aprovecho que todos están en el comedor para ir a dormir un poco. De nuevo no se cuánto tiempo dormí y ya esto de estar perdida en el tiempo está empezando a molestarme. Me levanto de la cama y decido ir a hacer algo que he tenido la necesidad de hacer desde la última vez que hable con el doctor Mc Carthy.

La puerta del laboratorio está cerrada y debo presionar un botón para hacer sonar el timbre. Espero algunos minutos hasta que Lauren abre la puerta, tiene su cabello oscuro dentro de un gorro de los que usan los médicos en cirugía y sus habituales gafas de marco negro, cuadrado y plástico.

-¿Que haces aquí?-. Ese es su recibimiento, ademas de su cuerpo bloqueando la entrada.

-Quiero hablar con el doctor Mc Carthy-. Pido lo mas amablemente posible.

-Esta ocupado-. No me gusta su tono.

-Puedo esperar-. Señalo una silla que hay junto a la primera puerta que se ve desde la entrada.

Lauren hace rodar sus ojos.

-Eres peor que una dismenorrea y créeme, sufrí de muchas siendo humana-. Se hace a un lado y me permite pasar. ¿Se supone que debo saber que es una dismeno....que?. -Espera aquí y no entres a husmear-. Me advierte antes de irse.

<<Porque rayos todo el mundo parece estar mal humorado por aquí?>>.

Me aburro completamente aquí sola, sentada y haciendo nada. No hay ni rastro del doctor Mc Carthy y se me hace que lo he esperado por horas. Estoy a punto de levantarme e irme, cuando el doctor aparece junto con Dominic. Ambos salen de la sala número seis.

Me levanto de inmediato y me dirijo a su encuentro.

-¿Que haces aquí?-. El tono tan agrio y a la vez duro que usa Dominic me deja estática y con necesidad de parpadear dos veces porque no me la creo.

-Vine a... hablar con el doctor Mc Carthy-. El doctor y yo compartimos una mirada. Parecía compartir mi asombro.

-Mc Carthy está muy ocupado Hilary, no estes molestando-.

Ahora si me enoje.

-¿No crees que debería ser él mismo quien me lo diga?-. Pregunto acercándome a él. Mi respiración se hace rápida y pesada. -Ademas, no entiendo cuál es tu maldito problema-. Mis oídos pitan y mi cabeza palpita. -Si tanto te molesta tenerme aquí, entonces déjame salir, que tu hermano haga el trabajo sucio-. Me estoy mareando.

<<¿Que rayos me sucede?>>.

-Hilary-. Escucho la voz del doctor Mc Carthy al tiempo que su brazo rodea mi cintura. Siento las piernas débiles. -Respira despacio-. Me indica y asiento con la cabeza. Es él quien sostiene mayormente mi peso. -Dom, será mejor que salgas-. Lo miro. Dominic esta ahí, con esos ojos verdes brillantes y la mirada clavada en mi. -¡Dominic!-. El grito del doctor lo saca de su ensimismamiento y de inmediato da media vuelta para empezar a alejarse dando grandes zancadas.

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