Capitulo 26

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-¿Así estas un poco mejor?-. Drake acaba de acomodar la almohada tras mi espalda dejándome semi sentada contra el cabecero de la cama.

-Si-. Murmuro. -¿Podrías darme un poco de agua?-.

Drake se queda viéndome pensativo.

-¿Desde cuando no comes?-. Parpadeo dos veces muy lento. -Ya veo-. Se responde a sí mismo. -Voy a traerte algo de comida y una bebida, no tardo-. Me quedo viendo su espalda alejándose hasta salir de mi habitación, pero deja la puerta a medio cerrar para que no tenga que levantarme a abrirle.

Me quedo pensativa, analizando mi actual situación. En definitiva necesito un aliado aquí, pero la única persona o licántropo, que medianamente he visto desafiar a Dominic es Drake, sin embargo, no quiero meterlo en problemas, así que debo tener tacto al preguntarle algo para que su respuesta no sea comprometedora.

Drake aparece pocos minutos después con una bolsa plástica en su mano.

-¿Que es eso?-. Le pregunto mirando la bolsa. Imagine que traería una bandeja con la comida que prepara Gertrudiz.

-Contrabando-. Responde muy sonriente, cerrando la puerta para después venir a sentarse junto a mi.

Drake me pasa la bolsa y cuando la abro no puedo creer lo que estoy viendo.

-Oh, por, Dios-. Levanto la mirada para verlo sonreír de oreja a oreja. -Sabia que te gustaría-.

En la bolsa hay chocolates, papas de tarro y un refresco de esos que tiene mucha azúcar y gas. No suelo comer nada de esto, pero después de estar a base de dieta de licántropo por semanas estoy ansiosa por probarlos. Con algo de esfuerzo saco la bebida y la destapo para beber un sorbo, sin embargo el gas me molesta en la garganta.

-Creí que ustedes no podían comer esto-. Le digo a Drake mientras destapo un chocolate.

-De poder, podemos, la cosa es que no debemos-. Aclara tomando el tarro de papas para destaparlo y comer unas cuantas. -Esto nos hace lentos y nos quita energía-. Agrega hablando con la boca llena.

En otro momento quizá me hubiera molestado su falta de modales, pero Drake lo hace ver tan inocente. Él es como un gran niño.

-Drake-. Lo llamo y en mi tono debe notar que voy a hablarle de algo serio porque de inmediato su sonrisa se esfuma. -Esto que me está pasando no es una enfermedad convencional, lo escuche decir de boca de Mc Carthy-. Evalúo su gesto pero no hay ningún cambio en este, se mantiene impertérrito. -Se que hay algo malo conmigo y que ninguno de ustedes puede decírmelo por lo que los une a Dominic, pero quisiera que por favor al menos me des una pista, dime dónde buscar-. Nos quedamos viendo a los ojos. -Por favor-. Agrego esto último con algo de súplica.

Empiezo a sentirme desesperada.

Drake de queda mirándome un largo rato sin decir nada, luego suspira y empieza a hablar.

-Por lo que he escuchado, Sebastián y Mike han estado metidos en la oficina de seguridad desde que trajeron ese disco que tú ayudaste a recuperar pero aún no hay nada concluyente ahí, y ellos están desesperados por rescatar a los cuatro de nosotros que están perdidos, apuesto a que no rechazarían tu ayuda si les dices que tú reconoces la mayoría de los datos que hay en ese disco, ¿entiendes?-. Entrecierra sus ojos y yo asiento en respuesta. -Bien, en esa oficina guardan información privilegiada-.

Lo miro con agradecimiento, me ha dicho donde buscar lo que necesito y eso es más de lo que tenía hasta hace una hora.

Seguimos comiendo y extrañamente empiezo a sentirme mucho mejor, solo espero que esta mejoría no se deba a lo que sea que aplicaron en mi suero.

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