Capitulo 39

198 36 6
                                    

Escucho el sonido de la puerta del elevador abriéndose y me apresuro a salir del baño. Recién me he despertado de mi siesta de la mañana y necesitaba vaciar mi vejiga.

Cuando salgo a la habitación, esperando ver a Dominic, a quien me encuentro es a Sheyla, de pie en medio de la habitación, mirando en derredor.

-Hola-. Me saluda apenas me ve de pie en el umbral de la puerta del baño sin saber que hacer para evitar que se acerque.

-Hola Sheyla-. Respondo sin poder ocultar la voz tensa.

Sheyla se lleva una mano a la cintura y me mira de arriba abajo con una ceja arqueada.

-No has salido en días de este lugar, Dominic está actuando extraño y evita a toda costa que venga a verte, así que, ¿quieres, por el amor de Dios, decirme que carajos está pasando?-.

<<Wow. Directo al grano>>.

Aprieto mis labios sopesando la idea de decirle o no a Sheyla lo que ocurre, después de todo ella y Drake son mis únicos amigos en este lugar. Sin embargo, decido mantenerme fiel a la idea inicial de no decir nada hasta que no confirme el embarazo con el ultrasonido.

-No... sucede nada-. Miento, y lo hago perverso.

-Y una mierda, Hilary Somers-. Levanta un poco el tono de su voz mientras da un paso hacia adelante y yo doy dos hacia atrás, al interior del baño. -Vas a decirme que demonios está pasando porque Dom es una marea de sentimientos que tiene alterada a toda la manada y tu no tienes muy buen aspecto-. Continúa avanzando hacia mi y yo retrocediendo hasta que mi espalda choca contra la encimera del lavamanos y no tengo a donde mas ir. Se inclina y me olfatea. -Y tienes un olor extraño-. Murmura abriendo sus ojos de par en par. -Estás enferma-. Chasquea su lengua. -Diablos, debí hacerle caso a mi instinto y venir antes así Dominic se pusiera histérico-. Murmura para si misma. Me llama la atención que ella no se de cuenta a que se debe el olor. -¿Que ha dicho Mc Carthy, es grave?-.

Me siento mal al verla angustiarse sin necesidad. Dejo salir el aire que estoy reteniendo mientras sacudo la cabeza en negativa.

-Vamos a sentarnos, hay algo que... solo ven-. No tengo ni idea como abordar el tema. Me siento como cuando tenia doce años y papá quiso tener la gran charla de sexo conmigo.

Paso junto a ella y después de salir del baño miro por encima de mi hombro para ver si me está siguiendo. Nos sentamos juntas en el sillón de la pequeña salita.

-Desembucha, porque me estas poniendo nerviosa-. Exige mirándome con atención.

Justo cuando abro la boca sin saber muy bien que decir, la puerta del elevador se abre y Dominic sale apurado.

-Hilary-. Me llama mientras se dirige a la cama. -Vamos, la máquina llegó, al fin vamos a poder ver al...-. Corta su diatriba cuando se da cuenta que no estoy en la cama, para variar, y da media vuelta para verme junto a Sheyla.

-¿De que máquina estas hablando Dom?, y ¿a quien van a ver?-. Inquiere Sheyla mirándonos de hito en hito.

Dominic y yo nos miramos poniéndonos de acuerdo sin palabras. Él sabe que quiero decírselo a mi amiga.

-Es difícil de explicar Sheyla, mejor ven con nosotros-. Le dice Dominic y me dispongo a cambiarme de ropa para subir al laboratorio.

El doctor Mc Carthy nos está esperando en el mismo consultorio donde hace una semana nos dio la noticia del embarazo, pero los muebles en el interior han sido reorganizados. El escritorio ha sido mudado junto a la puerta, la camilla contra la pared del fondo y frente al baño, el nuevo aparato de ultrasonido junto a la cabecera de la camilla, y además ahora hay una segunda camilla justo en medio del consultorio, una de las que he visto que usan para los partos en los programas de televisión y en las películas.

LICANTROPIA La Revelación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora