Capitulo 19

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-Hil, ¿porque mejor no hablas con Dominic a cerca de esto?-. Sheyla extiende su brazo sobre la mesa y pone su mano sobre la mía en un gesto conciliador.

Por más que le he suplicado que me lleve a buscar una habitación para mi ella no ha cedido.

-Ya lo viste hace un rato. ¿Te pareció que quisiera hablar conmigo?-. Se que sueno resentida, pero no estoy dispuesta a ceder.

-Estos naturales-. Rezonga haciendo rodar sus ojos. -Como sea, ningún licántropo aquí va a ayudarte, él es nuestro alfa y le debemos respeto-.

No había contado con eso.

-Piénsalo-. Dice levantándose de la silla. -Las cosas se solucionan hablando, o teniendo sexo del bueno-. Suelta una risita contagiosa.

-Idiota-. Le digo riéndome igual que ella.

-Yo solo doy ideas-. Da media vuelta y se aleja, dejándome con la cabeza revuelta.

Se supone que un humano no debería tener sexo con un licántropo porque podría resultar herido si este no se controla, o al menos eso fue lo que entendí de su historia, ¿entonces porque prácticamente me sugiere que me acueste con Dominic?. ¿Y porque siquiera estoy pensando en eso?. Si le desagrado tanto que lo besara no quiero ni imaginarme lo que pasaría si...

<<¡Basta!>>. Me ordeno dejar a un lado esas ideas sin sentido.

Lo que necesito ahora es empezar a pensar como rayos voy a abandonar la habitación de Dominic, lo que me hace recordar que Sheyla dijo que ningún licántropo se atrevería a desobedecerlo o desafiarlo, pero no dijo nada de los humanos; y la única persona en este lugar que se con certeza que sigue siendo humana es Gertrudiz, ¿pero como conseguir que haga lo que le pida?, probablemente sea tan o más leal a Dominic que un licántropo. Además, hay otro asunto y es el como hacerlo sin parecer resentida por haberme rechazado.

Tengo un serio dilema aquí.

Justo en ese momento veo un grupo de licántropos, supongo que de los más jóvenes, porque reconozco algunos de los que sirven cada día la comida entre ellos, y se me prende un foco en la cabeza. ¿Que pasaría si simplemente subo junto a ellos en el elevador?.

Me levanto con rapidez y me dirijo hacia el elevador quedándome tras el grupo, manteniendo la cabeza inclinada para que el cabello me cubra y las cámaras de seguridad no capten mi rostro. Cuando la puerta del elevador se abre y el grupo empieza a entrar, empiezo a caminar detrás de todos, sintiendo que los nervios me saltan, pero decidida a salirme con la mía. Al parecer nadie se percata de que soy yo, porque siguen hablando y bromeando entre ellos. Entro de última al elevador, quedando con la nariz casi pegada a la puerta, porque cuando monitorizaba las cámaras de seguridad en el televisor de Dominic, me di cuenta que estás apuntan de la pared al fondo del elevador, lo que quiere decir que si me paro muy cerca de la puerta solo se verá la parte superior de mi cabeza.

Una mano se extiende y presiona el botón con la letra "H". De reojo busco a la persona que lo hizo y me encuentro con un chico que luce como un adolescente, pero que probablemente me duplique y hasta triplique la edad. Es de estatura promedio pero como todos los demás, con mucha masa muscular, aunque la camiseta que lleve puesta sea lo bastante holgada como para cubrir sus codos y llegar casi hasta sus rodillas. Su camiseta tiene el logo de una banda de rock estampado sobre el fondo blanco en el frente. Sus pantalones tipo cargo de estampado camuflado en tonos de verde también le quedan grandes. Tiene unas botas estilo militar y el cabello metido dentro de un gorro de lana. ¿Quien lleva un gorro de lana con este clima?. Sin querer la curiosidad me ha ganado y me he quedado observándolo. Sus facciones son bastante toscas pero de alguna manera no lucen mal en él. Su piel es bronceada y sus ojos parecidos a los míos, aunque un par de tonos más oscuro, diría que café claro. Él también se queda viéndome y mi corazón se salta un latido, para después reanudar su marcha aceleradamente. Nuestras miradas conectan y, cuando estoy segura que va a delatarme, él me sonríe de medio lado y desvía la atención de los demás haciendo una broma que no pude escuchar porque estaba demasiado aturdida por el susto.

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