Capitulo 37

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Hace un mes que fue el juicio y la muerte de Jaz y desde entonces no he parado cabeza. Continuo con un sueño terrible, con mareos frecuentes y he perdido el apetito. Dominic ha estado muy preocupado por mi y en varias oportunidades he tenido que fingir estar mejor porque se que está muy ocupado intentando encontrar el paradero de Marcus y lo que menos quiero es sumarle más preocupaciones. Estoy segura que debe tratarse de otra de las "manifestaciones" de mis genes licántropos.

Esta noche Dominic ha salido de patrullaje una vez más con el equipo táctico, así que me toca dormir sola, lo cual a estas alturas ya me resulta tedioso. Extraño su calor corporal, sus besos y sus abrazos en la cama. Lo extraño a él.

Últimamente he estado pensando mucho en el futuro, el futuro que me espera con Dominic, porque se ha metido bajo mi piel y ya no concibo un mañana sin su presencia. Lo cual me ha llevado a cuestionarme unas mil veces si debería o no convertirme y la interminable lista de pros y contras de una transformación sigue demasiado pareja, por lo que aún no he tomado una decisión y agradezco infinitamente que Dominic este neutral en esto, porque no soportaría más presión en ello. Cada vez que saco el tema a relucir, él dice que acepta lo que yo decida y que estará junto a mi hasta el fin de mis días, siendo híbrida no transformada o una licántropa.

Llevo no se cuantas horas dormitando sobre la cama, somnolienta pero sin poder dormir profundamente, cuando siento que el colchón se hunde junto a mi y un par de brazos me atraen hacia un cuerpo duro pero caluroso. Literalmente ronroneo adaptándome a su cuerpo y por fin puedo quedarme dormida profundamente.

-Arriba dormilona-. Siento una palmada en el trasero.

Me revuelvo debajo de la cobija quejándome con un sonido nasal.

-Déjame dormir cinco minutos más-. Suplico en voz baja, como cuando era niña y papá me levantaba para ir a la escuela.

Dominic suelta una risita.

-Que va, es hora de almorzar. Arriba-. Me quita la cobija y la almohada que tengo sobre la cabeza.

-No tengo hambre, tengo sueño-. Reviro enfurruñada. Dominic se arrodilla en el colchón junto a mi y empieza a olfatear mi cuello. -¿Que haces?-. Doy media vuelta hasta quedar recostada sobre mi espalda.

-Estoy preocupado por ti Hilary, no es normal que te la pases todo el día durmiendo y no quieras comer-. Dice dejando de lado el olfateo. -Los licántropos tenemos un olfato mil veces más agudo que los humanos y hay enfermedades que pueden detectarse de esta manera-. Explica.

Lo se. Una vez leí de un perro entrenado en detectar cáncer, pero no creo que tenga esta enfermedad. <<¿A los licántropos les da cáncer?. ¿Los licántropos siquiera se enferman?>>. Ahí recuerdo que por más híbrida que sea sigo siendo humana y puedo adquirir enfermedades propias de los humanos.

Dominic vuelve a olfatear mi cuello y esta vez no se lo impido. De repente se queda estático aspirando profundamente y un segundo después se levanta de la cama completamente pálido, con los ojos abiertos de forma exagerada y da la impresión de estar en estado de shock.

-Dom, ¿que sucede?-. Empiezo a pensar lo peor. -¡Dom!-. Insisto cuando él no mueve ni una pestaña.

-Vístete rápido, tenemos que ir con Mc Carthy-. Prácticamente corre hasta el closet y empieza a sacar prendas a lo loco.

Puedo sentir su grado de ansiedad y el miedo que corre por sus venas a manera de un shot de adrenalina.

-Dom...-. Le llamo nerviosa. He empezado a preocuparme. -Dom... insisto cuando ya tiene una pila de prendas de vestir sobre la cama, pero él no me atiende y continúa sacando los zapatos. -¡Dominic!-. Mi grito lo hace reaccionar. -Vale, he entendido que vamos a ir con el doc, pero por favor cálmate y explícame que es lo que sucede-.

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