Capítulo 1

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-No sé si ponerme la camisa blanca o la azul- Arreglarnos para la última fiesta de las vacaciones estaba siendo complicado- Ni siquiera sé cómo es el sitio. 

-La roja mejor- mi prima sacó esa camisa roja que casi no usaba por lo escotada que es, en este país salir con una camisa así es una tortura- el sitio es de los mejores de Bogotá, esa te queda muy linda. 

-Está bien, solo porque es la última fiesta- hago un puchero fingido- no sé cómo podré vivir sin esta vida loca - me reí. 

-¿Cuál vida loca isabella? Si no te tomas ni un trago- ella mueve sus manos de un lado para el otro, imitandome- i mi dimi liminidi. 

-Se puede disfrutar sin tomar y yo lo he hecho. Por lo menos si me acuerdo de lo que pasa Sarah- En estas vacaciones y como la mayoría de edad la tenemos hace poco, empezamos a ir a discotecas y ella empezó a tomar hasta perder la conciencia. 

-Ya no lo voy a volver a hacer, esta noche si la quiero recordar. Va a ir Alejo - Una sonrisa  se formó en su boca. 

-Te juro que si te hace sufrir esta noche, no voy a controlarme y le diré todo lo que he guardado- Alejandro es un patán y la ha hecho sufrir muchísimo pero ella sigue ahí porque "está enamorada" a pesar de que no son nada, que él solo la ilusiono y que se conocen sólo hace 3 meses. 

-No va a pasar y mejor vámonos antes de que inicies con la cantaleta- Sarah se levantó, agarró su chaqueta y yo la seguí. 

El taxi no se demoró, él viaje fue como de media hora, el lugar era relativamente cerca. 

Al entrar a la discoteca, la música retumbaba y todos bailaban, vimos a nuestros amigos, Valeria, Lucía, Santiago y Alejandro estaban sentados en una mesa en el fondo. 

-¿Cómo van? - los saludé. 

-Bien Isa, siéntese- Valeria respondió y nosotras obedecimos. 

Al cabo de un rato Alejandro, Sarah, Lucía y Santiago se levantaron a bailar y yo me quedé hablando con Valeria. En medio de la conversación vi unos ojos hermosos que estaban mirando hacia nosotras, cuando hice contacto visual con él, sentí que el mundo paró, veía a Valeria hablar pero no la escuchaba. Sentí (y es raro decirlo) una conexión con aquellos ojos cuyo color aún no descifraba. Él también me vio y después de unos segundos me desperté de ese sueño. 

-¿Estás escuchándome?- me dijo Valeria mientras me sacudía 

-No quiero alarmarte, pero un muchacho precioso te está viendo-le dije a Valeria y ella se volteo disimuladamente- Si te invita a bailar no lo dudes. 

-Eso te digo, te está viendo a ti- Valeria me dijo mientras giraba a verme de nuevo- Esa oportunidad no se debe perder- Ella soltó una risita y me pasó una copa de aguardiente. 

-No bebo, gracias- Le sacudí la mano. 

-Solo va a ser uno, para entrar en ambiente Isabella. A todas las fiestas que hemos ido no has bebido nada- No me disgustaba tomar, lo había hecho antes pero en mi casa. Además soy muy mala copa y con nada me emborracho. 

-Está bien, solo uno- lo recibí y me lo tomé de un solo sorbo, sentí como quemó mi garganta e hice una mueca- ugh, está re fuerte. 

Valeria empezó a reírse y se sirvió un trago. Después de otra charla, aquel muchacho de ojos encantadores se acercó. 

-Disculpen- dijo aquel hombre y nosotras giramos. 

-¿Si? - Valeria respondió mientras yo solo lo admiraba. 

-¿Quieres bailar conmigo? - estiró su mano hacia mi- Si no es molestia- voltee a ver a Valeria. 

-Si quiere- respondió ella. 

Simplemente pasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora