Capítulo 10

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-Ya no quiero ir- lágrimas silenciosas bajaban por mis mejillas, me iba para Suiza. Mis papás no me habían podido acompañar por su trabajo, pero estaba con Emilio.
-Es una gran oportunidad- él limpiaba mis lágrimas mientras esperábamos que me llamaran a abordar- Debes mantenernos- hizo que me riera.
-Te voy a extrañar tanto mi Amor-  me aferré a su torzo-  no sabes cuanto.
-Si sé, porque es igual o menor a lo que yo te voy a extrañar- seguimos abrazados hasta que se escuchó "Vuelo 745 con destino a  Ginebra, por favor pasar a la sala de abordaje" - Empezaron a bajar lágrimas.

-Te voy a extrañar demasiado demasiado- me solté del abrazó- prometo volver para nuestro aniversario.
-Está bien mi pequeña- llegamos a la puerta hacia la sala de abordaje, solo podía entrar yo. - te voy a extrañar con cada parte de mi- una lagrima bajó por su mejilla- Te amo.
-Te amo aún más- nos unimos en un beso, largo y lleno de magia como siempre lo eran.
-Ve- dijo al acabar el beso y yo entre a la sala, la peor parte de este bendito viaje era despedirme de él y no poderlo ver durante seis meses.

El vuelo fue largo pero todo estuvo normal, la turbulencia fue poca. Aproveché para dormir un poco e intentar descansar mis ojos. Al llegar bajé y Sarah me estaba esperando.

-Isa-  gritó y yo corrí a abrazarla, llevábamos casi 3 años sin vernos- Bienvenida.
-Gracias- sonreí - Te extrañé muchísimo.
-Yo a ti- nos dimos otro abrazo - él es Marc.
-Mucho gusto - aquel joven rubio de ojos azules y tez blanca me saludó con un abrazo- estaba impaciente por conocerte.
-Yo igual, gracias por venir a recogerme-

Subimos al auto y nos fuimos al apartamento de Sarah, al entrar tenían preparada una bienvenida. Yo le escribí a Emilio.

Isabella: Hola mi amor.
Emi: Mi vida, ¿cómo estás? ¿Cómo llegaste?
Isabella: Estoy en la casa de Sarah ya.
Emi:  Que bueno mi amor ¿Qué hora es allá?
Isabella: son las 2 de la tarde, supongo que allá son como las 7 de la
mañana.
Emi:Así es, entonces te llamo en la noche? Pero o sea en tu noche jajaja a las 10 de allá. Hoy me toca cuidar a Nicolás.
Isabella:  Bueno mi amor, saludes a él príncipe.

#

Los meses sin él pasaban lento, pero amaba cada cosa que había visto de Suiza.
En este país casi todo es perfecto, la gente tiene la mentalidad de que se cosecha lo que se siembra por decirlo así, lo que quieres recibir es lo que das. Conocí a demasiadas personas que no eran nativas, venían por un futuro mejor. La comida aunque es muy buena, no se compara con la variedad y sabores colombianos, pero los postres y el chocolate me MATAN, son extremadamente deliciosos.
Muchas veces tuve que explicar donde es Colombia y como es todo en mi hermoso país, lo confunden por alguna razón con Columbia, sin embargo hablar de mi país no me molesta, en realidad me gusta.
Llevaba varios meses estudiando y aunque estuviera al tope de trabajos, la llamada diaria con él era obligatoria, lo extrañaba con cada parte de mi. 
Se llegó el mes de mi cumpleaños y por ende el fin del semestre tan espectacular que había pasado en aquel maravilloso país, viajaba a principios de Junio e iba a pasar mi cumpleaños con mi prima y su novio.

El día de mi cumpleaños desperté con la llamada de Emilio.

-Buenos días mi bella-  dijo cuando contesté el celular.
-Buenos días mi amor precioso- coloqué mi cara en el celular-¡Dios! Me veo espantosa- intenté peinarme un poco.
-Te ves hermosa como de costumbre- sonreí - Feliz cumpleaños tamalito de Amor, te amo y te extraño con cada parte de mi. Me muero por verte.
-Yo igual mi amor, gracias- sonreí - Te amo demasiado.
-Te tengo preparada una sorpresa- él sonrió, sus ojos estaban cansados, de seguro era muy noche- Te llamo a eso de las 10, hora de allá ¿Te parece?
-Si mi Amor-  sonreí- por favor duerme y me escribes cuando te levantes, no trasnoche.
-Está bien mamá- me lanzó un beso- Te amo.
-Te amo aún más, descansa- colgué.

El día fue relativamente normal, mis amigos de la universidad me invitaron a salir un rato, era celebración de cumpleaños y despedida, me iba en 10 días. A la hora de la cena mi prima y su ahora prometido -porque él le había pedido su mano unas semanas atrás- me invitaron a cenar y después volvimos a la casa, ellos salieron y yo me quedé porque tenía una cita. Llegaron las 10 y consigo su llamada.

-¿Cómo la pasaste? -Me preguntó Emilio después de nuestro saludo y de varios "Te extraño".
-Bien amor, me invitaron a salir y después fuimos a cenar- el asintió- ¿Dónde estás?- iba caminando por la calle.
-Voy para nuestra cita, ya voy llegando- volteo a ver el celular- ve a la nevera- me levanté y obedecí-  abre el congelador-  eso hice.
-Helado de vainilla, Para el amor amor de mi vida, para la vainilla de chocolate- leí - Tú me quieres matar de amor ¿No?
-Tal vez después de nuestra cita- reí mientras volvía con mi tarro de helado a mi cama.
-Chocolate, bienvenido ¿Dónde está vainilla? - Dijo doña Helena.
-Acá está- el volteó el celular hacia donde doña Helena y ella me saludó - Está de cumpleaños y venimos a nuestra cita.
-No te puedo dar tu helado especial, pero prometo guardarlo- dijo ella sonriente y le pasó su helado a Emilio- Feliz cumpleaños.
-Gracias señora Helena- sonreí y Emilio se sentó en una mesa y puso su teléfono en frente de él.
-Ya quiero que pasen esos 10 días que faltan- dije mientras comía del helado- te extraño demasiado.
-Yo te extraño mucho más mi tamalito- él sonrió- el chocolate sin tamal no sabe igual- yo sonreí ante su comentario.
-Y el tamal sin chocolate está incompleto- sonreímos- ya casi se acaba esta tortura.
-Ya casi- ambos comimos.

Hablamos hasta que él acabó su helado, yo me comí casi medio tarro, eso era demasiado. Al salir de ahí, nos despedimos de la señora Helena y aunque moría de sueño, no quería dejarlo.

-Bienvenida- abrió la puerta de su apartamento- sé que estás que te duermes y voy a dormir contigo- dijo acostándose en su cama - La siesta de la tarde es necesaria.
-¿No tienes nada pendiente? No quiero que te atrases en tus cosas por mi- puse mi computadora al lado izquierdo de mi cama y puse mi cabeza sobre la almohada.
-Para nada, yo dejé todo hecho- sonrió- Te extraño, pero imaginemos que estamos abrazados.
-Está bien- sonreí y cerré mis ojos- ya casi nos vemos- sentí el sueño llegar a mi.
-Ya casi mi amor hermoso- escuché como último antes de dormir.

Al despertar él seguía durmiendo, estaba segura que apenas se había dormido y colgué para no molestarlo. Tenía que empezar a empacar y guardar en una maleta todo lo que había comprado. El tiempo pasaba y aunque amara Suiza, moría por estar en Colombia con Emilio y ver a mi familia de nuevo.

#

-Nos vemos en un año - recibí un abrazo por parte de Marc-  Te vamos a extrañar.
-Yo a ustedes- dije separandome de su abrazo- sólo es un año, pueden resistirlo- nos reímos.
-Ten cuidado bruja- mi prima me abrazó - no vayas a faltar.
-Nunca- solté su abrazo y sonó el
"Passengers on Flight 578 bound for Bogotá Colombia, please board" - Es el mío.

Nos dimos otro abrazo y me fuí a abordaje, subí al avión y el vuelo llegó casi de madrugada. Estaban mis papás esperándome.
-Bienvenida - nos dimos un abrazo los tres.
-Te extrañamos- dijo mi papá.
-Yo a ustedes- nos dimos otro abrazo y salimos hacia el carro.

Aquel hombre de ojos azules, cabello castaño que me hacía derretir venía corriendo, yo corrí hacia él y nos unimos en un gran abrazo.

-Te extrañe tanto - salió por parte de él.
-Yo a ti- unimos nuestros labios de nuevo después de tanto tiempo, sentí que volví a nacer.
-Si gustan yo la llevo- dijo Emilio a mis papás - Vivo muy cerca- reímos.
-Con cuidado por favor- respondió mi papá aceptando.

Subimos a su carro y manejó hasta nuestro edificio, al entrar a mi apartamento vi un sofá en medio de mi sala.

-Y esto?-  voltee a verlo mientras me sentaba en el sofá
-Estaban dos por uno- él respondió- uno para mí y uno para ti- cerró la puerta y se sentó a mi lado- además el piso es cero cómodo.
-Confirmo- besé su cuello- extrañaba tanto tu perfume, me enloqueces hombre.
-Tu a mi- levantó mi rostro hacia el suyo- Este sofá no es incómodo- sonreí y me avalance sobre el, el sexo era necesario y llevaba casi seis meses sin nada.

La noche del reencuentro ¿que se puede decir?, que es la mejor. La pasión es desenfrenada y el amor es infinito, se siente bien en todos los sentidos. Sin duda alguna yo sin este hombre me muero, de soledad, de tristeza y de deseo reprimido.

Simplemente pasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora